Lenín Moreno sucede a Rafael Correa en un Ecuador dividido

Rafael Correa

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Con un margen muy ajustado (el 51,16% de los votos frente al 48,84%), el candidato oficialista, Lenín Romero, se impuso este domingo 2 de abril en la segunda vuelta electoral al líder opositor, Gillermo Lasso, en la carrera por suceder a Rafael Correa, que ha liderado Ecuador durante la última década, sumando los dos mandatos permitidos por la Constitución.

El presidente saliente festejó la victoria al lado de Romero en la sede del partido Alianza País, en Quito. Sin embargo, ese ambiente festivo no disimuló la fractura en el país. Y es que Lasso, exbanquero y hoy representante de la coalición Creando Oportunidades, no reconoció la derrota y, tras denunciar un “fraude” (la web oficial del recuento se cayó durante un tiempo), ha impugnado los resultados.

Ya hubo polémica tras la primera vuelta electoral, el 19 de febrero, cuando Lenín Moreno obtuvo el 39,3% de los sufragios frente el 28,1% de Lasso, y el Colegio Nacional Electoral (CNE) tardó tres días en dar a conocer los resultados finales, despertando las sospechas de los simpatizantes con la oposición. Ahora estos han sido llamados por Creando Oportunidades a manifestarse pacíficamente frente a la sede del CNE. Aun así, salvo un giro inesperado de los acontecimientos, Lenín Moreno será el próximo presidente ecuatoriano y dará continuidad al modelo de Correa. Hombre de su máxima confianza, ha sido su vicepresidente estos años.

Por ahora, los obispos del país mantienen la prudencia y no hay un comunicado oficial posicionándose. Sí lo hubo tras la primera vuelta, cuando, dos días después de las votaciones y al no conocerse aún los resultados, la Conferencia Episcopal Ecuatoriana pidió que estos reflejaran “la virtud de la justicia y el valor de la transparencia”; lo mínimo exigible para el pueblo, “que no quiere verse defraudado”.

Publicado en el número 3.031 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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