Ocho apellidos vascos por la reconciliación

manos formando un corazón sobre una bandera del País Vasco

Políticos, obispos, sacerdotes y víctimas hablan a Vida Nueva sobre el papel de la Iglesia hoy en el País Vasco

manos formando un corazón sobre una bandera del País Vasco

VIDA NUEVA | ETA se desarma. El 17 de marzo se volvió a dar un paso en favor de la paz, con el anuncio de su desarme unilateral e incondicional para el 8 de abril. Intermediarios civiles notificarán a la justicia ese día la localización del poco arsenal que le queda a la banda. Ante este nuevo escenario, ¿qué puede hacer la Iglesia hoy por la reconciliación en el País Vasco? Reflexionan en Vida Nueva políticos, obispos, sacerdotes y víctimas. Ocho apellidos vascos que celebran que la banda no mata desde hace más de cinco años. Conscientes, sin embargo, de que, con 856 asesinados y más de 500 presos dispersos, es tiempo de compartir el relato de la historia para apostar por la convivencia en una sociedad fragmentada.

1. ELIZALDE ESPINAL, Juan Carlos, obispo de Vitoria: “Queremos una Iglesia unida en la que todos estemos acompañando a todos”

¿Qué puede hacer la Iglesia en el País Vasco por el tema de la reconciliación?, se preguntan algunos. Pues seguir haciendo lo que ha hecho siempre, lo que sigue haciendo hoy: rezar y estar al lado de los que sufren.

Tanto los pastores, como los sacerdotes, consagrados y laicos de las diócesis vascas y de Navarra hemos tenido siempre un discurso de paz y reconciliación. Queremos una Iglesia unida en la que todos estemos acompañando a todos. Queremos continuar acompañando al que sufre en su situación concreta, y que ese acompañamiento se visualice como el de toda la Iglesia para con todos. Esta puede ser la asignatura pendiente de la Iglesia y de la sociedad vasca en su conjunto, y, sin duda alguna, la mejor aportación para una verdadera reconciliación. (…)

2. URIARTE, hija de Luis María Uriarte Alzaa, asesinado por ETA: “A partir de la fe podremos trabajar
por una reconciliación con Verdad y Justicia”

Puede que la Iglesia, como institución, tenga y haya tenido que hacer muchas cosas frente al terrorismo, pero somos las personas que formamos la Iglesia católica quienes tenemos la palabra y la acción. Es cierto que algunos obispos pudieron implicarse más en favor de las víctimas del terrorismo, sobre todo no cambiarse de acera para evitarlas, como también es verdad que la jerarquía y el clero vasco hicieron dejación de sus funciones más misericordiosas para con las víctimas; pero no nos engañemos, el “pueblo de Dios” en el País Vasco no estuvo a la altura de las circunstancias, salvo, como siempre, unas pocas personas con sus “gestos” y todavía menos con su acogimiento concreto.

Ese pasado sin compasión debe convertirse en un futuro lleno de ilusión, pero es preciso conocerlo para no repetirlo jamás. Será ese discernimiento católico de la injusticia cometida con las víctimas el apoyo fundamental para una acción cristiana bien diferente.

Por nuestras obras nos conocerán, personas próximas a quienes sufrimos los embates del terrorismo, personas justas que promocionan la justicia ante tantos sufrimientos injustos, personas, en definitiva, que anteponen su acción misericordiosa a los intereses de sus ideologías de cualquier tipo.

A partir de esa fe que es caridad y amor, con justicia agápica, antes que cualquier otra parcialidad, podemos pensar en una convivencia decente, podremos trabajar por una reconciliación con Verdad y Justicia. Eso nos hará libres, mejores personas, más católicas.

3. ELZO IMAZ, Javier, sociólogo, autor de ‘Tras la losa de ETA’: “Los católicos deben colaborar en la búsqueda de la Verdad del terrorismo de ETA”

4. ABURTO RIKE, Juan Mari, alcalde de Bilbao: “La Iglesia debe ser el repositorio de los valores sobre los que tenemos que construir nuestro futuro como sociedad”

5. JÁUREGUI ATONDO, Ramón, eurodiputado por el PSOE: “No puede haber equidistancias ni contextos justificativos con el terrorismo”

6. UNZUETA ZAMALLOA, Ángel María, vicario general de la Diócesis de Bilbao: “La Justicia no consiste en tratar a todos por igual”

7. CALLEJA SÁENZ DE NAVARRETE, José Ignacio, sacerdote y profesor de la Facultad de Teología de Vitoria: “Hay alguna ingenuidad eclesial en pensar que ya somos un pueblo cohesionado”

8. BARRIO BAROJA, Carmelo, parlamentario del PP y miembro del consejo de Gogora (Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos): “La Iglesia es esencial para neutralizar y desarmar el odio en nuestra sociedad”

 

Publicado en el número 3.030 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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