‘Jackie’

fotograma de la película Jackie

fotograma de la película Jackie

J. V. ECHAGÜE | La muerte nos iguala a todos: es la misma para un hombre rico que para un animal salvaje. Esta máxima atribuida al budismo tibetano debería extenderse al desconsuelo por la pérdida. De ello da fe Jackie. El séptimo filme del chileno Pablo Larraín, el primero rodado en EE.UU., no es sino una película en permanente fase de duelo, sufrida en este caso por una de las mujeres más admiradas de su época.

El 22 de noviembre de 1963, en apenas unas horas, Jacqueline Kennedy, antes Bouvier, exquisita, bella, pasó de ser la reina (de cuento) del mundo a encarnarse en la viva imagen de la desolación, incongruentemente ataviada con un precioso vestido de Chanel cuyo color rosa no disimulaba las manchas de sangre.

Cuesta definir el filme. No es una biografía al uso sobre el auge y caída de una princesa, ni un drama de folletinesca moraleja del tipo “los ricos también lloran”. Más bien estamos ante un ‘biopic existencial’, extraño, introspectivo, íntimo. Una cinta de atmósfera fantasmagórica, irreal, aparentemente fría… como el ambiente que se respira en un velatorio, como el transcurso de un duelo en el que la negación, la ira y el dolor son inevitables hasta la aliviadora aceptación.

No en vano, el filme se concentra en apenas tres días traumáticos: los transcurridos desde el magnicidio, cuando el presidente Kennedy fue asesinado a balazos en presencia de su esposa durante un acto electoral en Dallas, hasta la finalización de los funerales de Estado. Todo relatado desde la vidriosa mirada de la primera dama, que narra a un periodista lo que significaron para ella aquellas 72 horas.

¿Cuáles fueron los sentimientos de Jackie? Es más: ¿quién era Jackie? La película retrata en principio a la profesional, la que supo meterse al pueblo americano en el bolsillo a base de sonrisas forzadas, en comunión con la persona, amante de un marido al que idolatraba y cuyos “pecados” no eran sino tentaciones puestas a su paso.

Pero el filme se empeña en colocar al mito ante el espejo para confrontarlo con la mujer. Jackie limpiándose la sangre, Jackie llorando, Jackie fumando compulsivamente… momentos en los que los arriesgados primeros planos de Natalie Portman (la película es en gran parte suya) cobran pleno significado. Y descubrimos que teme por su futuro (tras el asesinato, se sintió como una okupa en la Casa Blanca), que es frágil (su cuñado Bobby pasa a ser su muleta), que duda (¿dónde estaba Dios aquel 22 de noviembre?). Y comprobamos que la persona ha acabado siendo devorada por el mito. Y constatamos que el temor era otro mayor: ¿cómo nos juzgará, a mí y a mi marido, la Historia?

Pocos juicios tan humanos como el que ofrece este filme, el retrato de una dama que no ha escandalizado a nadie pero que ha sorprendido a todo el mundo.

FICHA TÉCNICA

Título original: Jackie

Dirección: Pablo Larraín.

Guión: Noah Oppenheim.

Fotografía: Stéphane Fonteine.

Música: Mica Levi.

Producción: Darren Aronofsky, Mickey Liddell, Scott Franklin, Ari Handel, Juan de Dios Larraín.

Intérpretes: Natalie Portman, Peter Sarsgaard, Billy Crudup, John Hurt, Greta Gerwig, John Carroll Lynch, Richard E. Grant, Max Casella, Beth Grant, Caspar Phillipson, Julie Judd.

Publicado en el número 3.030 de Vida Nueva. Ver sumario

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