La Iglesia pide corredores humanitarios para España “lo antes posible”

concentración en Madrid en apoyo a los refugiados 26 febrero 2017

Blázquez y Osoro reclaman al Gobierno este sistema de acogida a refugiados que Sant’Egidio ha impulsado en Italia

concentración en Madrid en apoyo a los refugiados 26 febrero 2017

Concentración en Madrid el 26 de febrero en apoyo a los refugiados

ANTONIO PELAYO–RUBÉN CRUZ | Sant’Egidio ha trasladado a 700 refugiados hasta Italia. Y no son pocos: si Sant’Egidio fuera un país, sería el séptimo que más acoge, solo después de Francia, Alemania, Portugal, Holanda, Finlandia y España. No está muy por detrás de nuestro país, que hasta hoy solo ha acogido a 44 personas más. De hecho, la Comunidad ha acogido a más personas que 15 estados miembros juntos, pese a que el compromiso de la Unión Europea fue dar asilo a 160.000.

Sant’Egidio es un ejemplo de acogida legal y segura, además de gratuita para los gobiernos, que la Comunidad ha querido trasladar a España, pero todavía están esperando respuesta del Gobierno. No obstante, en las últimas semanas han sido respaldados por el presidente y vicepresidente del Episcopado.

El cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, pidió al Gobierno el 28 de febrero, durante su intervención en un foro organizado por El Norte de Castilla, que se abra un “corredor español de refugiados para atender a estas pobres personas que arriesgan sus vidas para poder tener un futuro”. En este sentido, calificó de “lamentable” la situación que viven los refugiados. Y recordó que se trata de personas que huyen de sus países “por el temor de la guerra”.

Tan solo dos días antes, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, pedía lo propio en Roma: “España tiene que poner en marcha corredores humanitarios lo antes posible”. “Es urgente para todos los pueblos que seamos capaces de no poner muros entre nosotros”, añadió. Y “solo falta la decisión de aquellos que tienen las responsabilidades para hacerlo”, expresó en relación al Ejecutivo.

Toma de posesión de Santa Maria in Trastevere

Osoro hablaba en el marco de la toma de posesión de la Basílica de Santa Maria in Trastevere, una de las más hermosas iglesias romanas y más activa gracias a Sant’Egidio, que la ha hecho centro de sus ceremonias. Francisco le ha concedido al cardenal su titularidad, sin duda, un honor muy especial.

El arzobispo de Madrid presidió una eucaristía que concelebraron con él José Rodríguez Carballo, secretario de la Congregación para la Vida Religiosa, y Piero Marini, presidente del Comité para los Congresos Eucarísticos Internacionales, así como los obispos franceses de Nancy y Cambrai. Estaban presentes el embajador de España ante la Santa Sede, Eduardo Gutiérrez Sanz de Buruaga, y el fundador de la Comunidad de Sant’Egidio, Andrea Riccardi.

En su homilía, el cardenal agradeció la presencia masiva de fieles y de los más de 50 sacerdotes concelebrantes, así como la colaboración que Sant’Egidio presta en su archidiócesis.

“Las palabras de los cardenales indican el camino de acogida que es característico de los cristianos y de la Iglesia ante quien sufre la persecución y la violencia”, explica a Vida Nueva Jesús Romero, uno de los responsables de Sant’Egidio en Madrid. En relación a las conversaciones con el Gobierno de Rajoy, Romero indica que siguen su curso, al igual que en otros países europeos. Por el momento, “trabajamos para que este modelo de acogida e integración se pueda implementar pronto”, asegura.

Contra la ‘Europa fortaleza’

No solo la Iglesia como institución pide la acogida inmediata de refugiados a través de corredores humanitarios. Es una demanda social que se hizo efectiva el pasado 26 de febrero en una concentración frente al Ministerio de Asuntos Exteriores para protestar contra la denominada “Europa fortaleza”, que se repitió hasta en 30 ciudades españolas y que ha sido apoyada por organizaciones eclesiales.

‘Pasaje Seguro’ es el grito que hoy nos une a los pueblos de Europa, exigiendo a los gobiernos el establecimiento de rutas seguras para los cientos de miles de personas que se han visto obligadas a abandonar sus hogares y buscar un lugar seguro en nuestro continente”, rezaba el manifiesto.

“Frente a esta exigencia de solidaridad –continúa–, la Unión Europea se fortifica, intensificando sus políticas represivas hacia las personas migrantes, violando los derechos humanos y sus obligaciones internacionales, en un mundo que ha alcanzado ya la cifra de 65 millones de personas sometidas a desplazamiento forzado”.

Publicado en el número 3.026 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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