Miles de personas peregrinan cada año acompañados por sacerdotes, aunque de un modo privado
MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Ninguna diócesis o parroquia organiza peregrinaciones a Medjugorje. La causa es que se trata de un fenómeno mariano que está en estudio por la Santa Sede y aún no hay una respuesta sobre su autenticidad. Pero, puesto que no se dice nada sobre las peregrinaciones privadas, la Iglesia sí pide que estas sean acompañadas por pastores. Así que la realidad es que miles de españoles acuden cada año hasta allí, grupo significativo entre el millón y los dos millones de peregrinos que se estima que van cada año al pequeño pueblo bosnio.
Según datos de la Fundación Centro Medjugorje, el año pasado concelebraron allí 34.658 sacerdotes (en 2012 se superaron los 42.000) y se repartieron 1.656.800 comuniones (dándose más de dos millones en 2011). Los testimonios son similares: la mayoría refiere una gran sensación de misterio, de fuerte espiritualidad, de que ocurre algo que no se ve. Unos hablan del olor a rosas en medio de un secarral, otros del eco estremecedor de los exorcismos… Pero todos se quedan con lo que ocurre, todos los meses, cada día 2. (…)
El laico madrileño Pablo H. Breijo ha participado tres años en el Mladifest, el festival juvenil que organiza cada verano la parroquia de Medjugorje. “Dura los primeros seis días de agosto –cuenta a Vida Nueva– y tiene una programación que se basa en rezo del rosario, eucaristía y Santísimo, entre las seis y las once de la noche. Unas 40.000 personas asisten a las celebraciones, en la explanada. No hay distracciones, la inmensa mayoría de la gente va a lo que va. La pequeña capilla del Santísimo siempre está llena. Es común entrar a cualquier hora del día y tener que rezar de pie o sentado en el suelo”.
“Lo mejor de Medjugorje –concluye Breijo–, al margen de las supuestas apariciones, es el ambiente de oración que se respira. La eucaristía, la oración del rosario y la exposición del Santísimo se viven con más fervor que en nuestro día a día. Se reza sin pereza, y una misa de hora y media parece que ha durado 15 minutos”.
Frutos espirituales
Una de las personas que mejor conoce en España Medjugorje es el periodista Jesús García. En conversación con esta revista, opina que “no habrá un dictamen definitivo de la Iglesia sobre la autenticidad o no de las apariciones mientras sigan ocurriendo. Y creo que tampoco lo habrá, aunque cesaran, hasta que mueran los videntes”. Eso, en caso de ser positivo el juicio, “pues si fuera negativo, se cortaría de raíz con todo”. Pero no cree que esto se produzca. (…)
Consciente de la complejidad de la cuestión, García pide a la Iglesia en España que mantenga la vigente prudencia a un nivel institucional. Así, lamenta lo ocurrido en 2014, cuando las archidiócesis de Madrid y Toledo publicaron comunicados en los que se hacía constar que “no está permitido que ningún fiel católico participe en reuniones, conferencias o celebraciones públicas en las que se dé por supuesta la credibilidad de dichas ‘apariciones’”. Algo que, entiende, va en contra de la posición de la Santa Sede, que, aunque no se manifieste sobre la autenticidad de las apariciones, “sí valora los frutos espirituales que allí se producen”.
De hecho, García niega que Francisco sea reacio a el fenómeno: “En Buenos Aires, Bergoglio siempre se mostró cercano a cualquier iniciativa sobre Medjugorje y apoyó que uno de los videntes predicara en sus parroquias”. Además, niega que cuando, en una homilía, el Papa dijo que “no podemos esperar la carta de la Virgen a las cuatro de la tarde”, lo hiciera en referencia al fenómeno, sino que utilizó ese tono contra “ciertos videntes que sí engañan a la gente”, en referencia a los adivinos del tarot.
Finalmente, García reconoce que él también tenía prejuicios sobre Medjugorje, pero “todo cambió en 2006, cuando fui allí a hacer un reportaje. Entrevisté antes a mucha gente, y me di cuenta de que el 100% de los críticos nunca habían estado”. (…)
Publicado en el número 3.025 de Vida Nueva. Ver sumario
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