Puentes jesuitas contra los muros de Trump

protesta de un grupo de manifestantes en un aeropuerto contra el muro de Trump

Provinciales de Estados Unidos y de Canadá denuncian la política migratoria del presidente

protesta de un grupo de manifestantes en un aeropuerto contra el muro de Trump

Protesta en un aeropuerto contra el muro

JOSÉ LUIS CELADA | “Una afrenta a nuestra misión y una agresión a los valores americanos y cristianos”. Así califica la Conferencia de Provinciales de Canadá y Estados Unidos de la Compañía de Jesús el decreto ejecutivo de Donald Trump por el que se prohíbe la entrada en territorio estadounidense de inmigrantes y refugiados procedentes de siete países de mayoría musulmana.

En una breve declaración, esta “orden religiosa global” –con una “larga y estimada tradición de acoger y acompañar a refugiados, con independencia de su religión, cuando inician una nueva vida en EE.UU.”– no solo denuncia la medida presidencial, sino que se muestra dispuesta a seguir “defendiendo y manteniendo la solidaridad con todos los hijos de Dios, sean musulmanes o cristianos”, como viene haciendo desde hace siglos en colegios, escuelas y parroquias y otros ministerios específicos como el Servicio Jesuita a Refugiados.

“El mundo es profundamente problemático, y muchos de nuestros hermanos y hermanas están justificadamente aterrorizados”, lamentan los firmantes, cuya identidad católica y jesuítica les pide “acoger al extranjero y aceptar diferentes tradiciones de fe y cultura con apertura y comprensión”. Por eso, lejos de atemorizarse, llaman a “continuar defendiendo los derechos humanos y la libertad religiosa”. Porque, “como el papa Francisco ha dicho: ‘No se puede ser cristiano sin vivir como cristiano’”, concluye el comunicado.

También los provinciales jesuitas de Oregón (Scott Santarosa) y California (Michael Welier) han publicado una carta expresando su “consternación” ante el “tono tajante y crudamente xenófobo” de Trump al hablar de inmigración. Frente a un decreto que “cruelmente manda volver a gran número de mujeres y niños a los horrores de la guerra, al hambre, a la represión masiva y aun a la muerte”, los religiosos recuerdan la tradición judeo-cristiana de amar al extranjero y hospedar al forastero.

El texto reconoce que ninguna zona de Estados Unidos “se ha beneficiado tanto de la contribución de los emigrantes como el oeste”, por lo que alza su voz “contra las políticas severas e inhumanas de la actual Administración, a la que no le importa levantar un muro y dar un portazo en el rostro de las personas más vulnerables”, y renueva su “compromiso de ser constructores de puentes…”.

Publicado en el número 3.024 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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