Fernando Burgaz: “Ante el despilfarro de alimentos, nuestro objetivo es propiciar un cambio de costumbres”

Fernando Burgaz, director general de la Industria Alimentaria, dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente

Director general de la Industria Alimentaria

Fernando Burgaz, director general de la Industria Alimentaria, dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente

RUBÉN CRUZ | El pasado 25 de enero, representantes de varias entidades, entre ellas Manos Unidas, se reunieron con Fernando Burgaz, director general de la Industria Alimentaria, dependiente del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, en la misma sede ministerial. Como resultado de la reunión se acordó buscar ámbitos de colaboración “para el desarrollo de actuaciones conjuntas en esta materia, invitándoles a incorporarse al Grupo de Trabajo establecido para la gestión y el desarrollo de la estrategia Más alimento, desperdicio 2017-2020”, indica a Vida Nueva Burgaz.

PREGUNTA.- ¿Se ha conseguido avanzar con la reunión entre el Ministerio y distintas ONG?

RESPUESTA.- La propia celebración de la reunión ya supone un avance importante. Desde el Ministerio se valora en gran medida la labor que realizan dichas ONG en favor de la lucha contra el hambre. La lucha contra el desperdicio también es una forma de luchar contra el hambre, por ello considero un acierto que el reto de acabar con el despilfarro de alimentos haya sido adoptado como mensaje de la campaña de este año de Manos Unidas. Como resultado de la reunión se acordó buscar ámbitos de colaboración entre el Ministerio y las organizaciones, para el desarrollo de actuaciones conjuntas en esta materia, invitándoles a incorporarse al Grupo de Trabajo establecido para la gestión y el desarrollo de la estrategia Más alimentos, menos desperdicio 2017/2020.

P.- La estrategia ‘Más alimento, menos desperdicio’ se implementó en 2013 con un horizonte de tres años. ¿Ha conseguido reducir las toneladas desperdiciadas?

R.- Los problemas derivados del desperdicio alimentario afectan al conjunto de la sociedad y se registran en todos los escalones de la cadena de suministro, desde el productor en el campo, hasta el consumidor en la mesa. Pero de manera muy especial está involucrado el consumidor, especialmente si tenemos en cuenta que se estima que el 42% del desperdicio total se genera en los hogares y el 14% en la restauración. Una de las cuestiones a las que hemos prestado una especial atención ha sido a poner en marcha instrumentos que nos permitieran conocer la cuantía real de las pérdidas y su evolución en el tiempo. Fruto de este trabajo ha sido la creación de un Panel de cuantificación del desperdicio alimentario en hogares. Esto supone que 1.000 hogares en toda España, distribuidos con criterios estadísticos, suministran semanalmente información sobre el desperdicio alimentario. Este panel es pionero en la Unión Europea y nos suministra una gran información sobre el desperdicio en los hogares. Ya tenemos un año completo de información y en pocos meses tendremos el segundo año completo, con lo que ya podremos disponer de una evolución temporal. No obstante, hemos recabado datos importantes: se desperdicia el 4,5% de la comida que se compra; el volumen total desperdiciado en el conjunto de los hogares es de 1,3 millones de toneladas anuales, es decir, 29 kilos por persona, y el valor medio de esos alimentos desperdiciados es de unos 3.000 millones de euros al año, lo que equivale a unos 70 euros anuales por persona. A la espera de disponer del segundo año de información, las primeras informaciones parciales nos muestran que en este segundo año se ha registrado una reducción del 2,3% en la cuantía del desperdicio en el hogar.

Campañas de concienciación

P.- La Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Senado aprobó por unanimidad una moción del Grupo Popular que insta al Gobierno a “estudiar medidas normativas para la reducción del despilfarro alimenticio salvo para alimentos caducados”. En esta nueva legislatura, ¿se prevé algún otro plan específico?

R.- Ya estamos trabajando en la preparación de la nueva estrategia Más alimento, menos desperdicio para el período 2017/2020, mediante la que pretendemos reforzar los avances conseguidos en estos años, a la vez que incorporaremos nuevas iniciativas. Para valorar las dificultades que nos encontramos para avanzar en la reducción del desperdicio en los hogares y en la restauración (objetivos prioritarios de cualquier estrategia, ya que en ambos escalones se registra el 56% del desperdicio alimentario total) es necesario tener en cuenta que nuestro objetivo es propiciar un cambio de costumbres, de actitudes, de formas y procedimientos de trabajo. Estos cambios requieren tiempo y difícilmente se consiguen con prohibiciones o limitaciones, dado el ámbito privado en que se producen, por lo que la opción más efectiva pasa por la educación y la mentalización del consumidor.

Por ello se continuarán desarrollando campañas de concienciación y actividades formativas y de demostración dirigidas a la sociedad, en esta tarea las asociaciones y organizaciones de consumidores y de la sociedad civil deben tener un papel fundamental. Desde el Ministerio trabajaremos especialmente en actuaciones dirigidas a escolares, a la restauración y a los consumidores. A la vez que elaboraremos diverso material, que se pondrá libremente a disposición de las asociaciones y particulares, con guías prácticas para la reducción del desperdicio, dirigidas a los consumidores, los centros escolares y la restauración. Buscaremos también impulsar un acuerdo con la distribución y la restauración, de cara a conseguir su máximo compromiso en el desarrollo de iniciativas a favor de la reducción del desperdicio. Asimismo, trabajaremos con las autoridades de consumo para tratar de establecer los procedimientos que faciliten a la restauración la donación de alimentos ya elaborados.

Sobre la donación de alimentos

P.- En países como Estados Unidos o en la vecina Italia existe la denominada ‘ley del buen samaritano’. Su objeto es limitar la responsabilidad civil de los donantes de alimentos, evitando que si una persona se intoxica con algún alimento donado, la empresa se vea perjudicada legalmente si ha realizado la donación de buena fe. ¿Está sobre la mesa una legislación en este sentido?

R.- Las condiciones que deben reunir los alimentos para su donación, así como la responsabilidad de los donantes, son cuestiones de especial importancia para facilitar la entrega de alimentos, por ello estas cuestiones están siendo actualmente debatidas en el seno de la Unión Europea, a través de un Grupo de Trabajo creado por la Comisión sobre pérdidas y desperdicios alimentarios, con objeto de establecer las Directrices para facilitar la donación de alimentos. Por tanto, en relación con esta materia, desde el Ministerio actuaremos de acuerdo con lo que finalmente establezcan en dichas directrices. En todo caso, existe una clara prohibición en todos los países, de comercializar (y por tanto de donar) productos alimenticios que hayan visto superada la fecha que para cada producto haya establecido el industrial como “fecha de caducidad”. Ya que este tipo de fecha se utiliza para alimentos microbiológicamente muy perecederos, cuyo consumo una vez caducados puede suponer un riesgo para la salud. No existe, sin embargo, una prohibición genérica en el ámbito comunitario de la prohibición de comercializar productos que hayan superado su “fecha de consumo preferente”. La decisión corresponde adoptarla a cada país y, en el caso de España, las autoridades de Consumo mediante el Real Decreto 1945/1983, establecieron la prohibición de la venta de un producto que haya superado la fecha de consumo preferente establecida por el fabricante. A la vista de la situación actual y teniendo en cuenta los nuevos enfoques en relación con la necesidad de reducir el desperdicio alimentario, será necesario llevar a cabo una proceso de reflexión para determinar si procede modificar dicho criterio.

 


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