Las iglesias de Lorca ya no tiemblan

La rehabilitación de sus nueve templos tras el terremoto de 2011 le vale a la localidad murciana el Premio Europa Nostra 2016

iglesia en Lorca antes y después de la rehabilitación tras el terremoto de 2011

El antes y el después en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | En 2011, Lorca sufrió un terrible terremoto de 5,2 grados en la escala de Richter que causó nueve víctimas mortales y obligó –en una ciudad donde se sucedieron los derrumbes– a cerrar todos sus templos. “Las nueve parroquias de la ciudad quedaron clausuradas, no se podían usar dado el peligro. En todas había daños de estructura, en cubiertas, en muros. Aunque ninguna tuvo daños en la cimentación”, señala Antonio León, vicario para la Economía y el Patrimonio de la diócesis de Cartagena.

Casi seis años después del temblor, con la reciente consagración de Nuestra Señora del Carmen, tan solo falta por reabrirse la colegiata de San Patricio. Será en tres o cuatro meses, una vez que se restauren, además, los más de mil metros cuadrados de frescos del siglo XVI que hasta el terremoto permanecían ocultos –y desconocidos– en ese templo renacentista. Entonces, Lorca y la diócesis de Cartagena culminarán una rehabilitación del patrimonio histórico, artístico y eclesiástico que ha sido calificada de “ejemplar”, “modélica” y “logro increíble” por la Comisión Europea, que las ha distinguido con el Premio Unión Europea de Patrimonio Cultural-Premio Europa Nostra 2016, en su categoría de conservación.

“Es verdad que las heridas son difíciles de cicatrizar, pero al menos los edificios han quedado en un estado mejor que el que tenían antes”, responde el arquitecto diocesano, Juan de Dios de la Hoz, quien al frente del estudio Lavila Arquitectos ha dirigido las rehabilitaciones que han obtenido el galardón más importante de Europa en restauración monumental: el conjunto que forman cinco iglesias –Santiago, San Mateo, Nuestra Señora del Carmen, San José y la Colegiata de San Patricio– y el antiguo convento de San Francisco, transformado en el Museo Azul de la Semana Santa (MASS).

“El logro increíble ha sido –argumenta Antonio León– que en poco tiempo se han logrado aunar las voluntades de entidades totalmente distintas, como por una parte es la Diócesis de Cartagena, a la que pertenece todo ese patrimonio, y por otra, el Ayuntamiento de Lorca, más la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, más la de los técnicos, más la de las empresas constructoras o restauradoras”. Y es que, como dice el arquitecto De la Hoz, “en estos tiempos en los que es tan difícil poner de acuerdo a unos y otros, en el caso de Lorca ha habido una coordinación fantástica. Porque ha dado igual el color político o las creencias. Todas las instituciones han colaborado”.

Publicado en el número 3.022 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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