‘Lion’

fotograma de la película Lion

fotograma de la película Lion

J. L. CELADA | Caminar por la tenue frontera que separa la dulzura de la afectación, lo emotivo de lo ñoño, sin precipitarse al vacío de las lágrimas huecas, constituye un ejercicio de funambulismo cinematográfico al alcance de unos pocos. Un desafío al equilibrio narrativo y formal mucho más meritorio cuando el material que se maneja es un niño perdido y desamparado en la caótica India.

A este peligro se enfrentaba el australiano Garth Davis al adaptar para la gran pantalla las vivencias reales que Saroo Brierley relata en las páginas de su novela autobiográfica Un largo camino a casa, pero ha salido airoso de tan comprometido aprieto. Tras dos horas de metraje, 25 años transcurridos desde aquel primer encuentro con el pequeño protagonista y miles de kilómetros recorridos siguiendo sus peripecias, Lion nos deja el recuerdo de una historia conmovedora.

No solo porque su inspirada banda sonora, sus “exóticos” escenarios o las magníficas interpretaciones de su reparto (desde el “crecido” Dev Patel de Slumdog Millionaire a la oscarizada Nicole Kidman, sin olvidar a un renacuajo de ojos negrísimos llamado Sunny Pawar, que es todo un milagro y un regalo) aviven el cosquilleo de las almas sensibles, sino por su reconocible aroma a verdad, a dolorosa verdad.

La odisea de nuestro chaval arranca en 1986, en la estación de la ciudad india de Khandwa. Allí, aturdido por la ausencia de su hermano mayor, toma un tren sin pasajeros y destino incierto. Dos días y miles de kilómetros después, los sonidos de la mísera Calcuta le despiertan del mal sueño para añadir otras penalidades a su soledad: hambre, incomunicación (no habla bengalí, sino hindi), amenazas de secuestro… Su instinto de supervivencia, sin embargo, le permitirá recalar en un orfanato, antes de ser adoptado por una pareja australiana.

Su particular road movie nos traslada entonces a la isla de Tasmania, donde crecerá feliz en su nueva familia. Un universo de contrastes no exento de crisis, incluida la que atravesará su relación de pareja cuando decide –con la ayuda de Google Earth– emprender la búsqueda de sus orígenes. Movido por esa necesidad de reencontrarse con el hogar de la infancia, de que su madre y hermanos sepan de él, pasado y presente se funden en un único tiempo, mientras cada cual desnuda sus sentimientos como puede.

De todo ello da cuenta el debutante Davis con pulso firme y emoción contenida, sin cargar las tintas en un drama que invita a explotar el llanto fácil. Alejada de tal tentación, esta película viaja por la vía segura de la honestidad. La que conduce a denunciar una realidad sangrante: más de 80.000 niños se pierden cada año en la India y acaban malviviendo en sus calles o como víctimas de la trata. El grito de auxilio de Lion es también el de cada uno de ellos.

FICHA TÉCNICA

Título original: Lion

Dirección: Garth Davis.

Guión: Luke Davies, sobre la novela Un largo camino a casa, de Saroo Brierley.

Fotografía: Greig Fraser .

Música: Volker Bertelman, Dustin O’Halloran.

Producción: Iain Canning, Emile Sherman, Angie Fielder.

Intérpretes: Dev Patel, Rooney Mara, Nicole Kidman, David Wenham, Tannishtha Chatterjee, Sunny Pawar, Abhishek Bharate.

Publicado en el número 3.022 de Vida Nueva. Ver sumario

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