I Congreso de Márketing Religioso: ¿adiós al tiempo de las encíclicas?

presentación del primer Congreso Internacional de Márketing Religioso organizado por los dominicos en España

“El modelo clásico de comunicación en la Iglesia ya no crea relación”

presentación del primer Congreso Internacional de Márketing Religioso organizado por los dominicos en España

César Luna en la presentación del Congreso, en la sede de CaixaForum

JOSÉ LORENZO | Ocho siglos después de la fundación de los dominicos, el interés de los maestros de la predicación se dirige ahora a lo que el márketing les puede enseñar para seguir con su misión. De ahí que se hayan embarcado en la organización de Reinspira, el I Congreso Internacional de Márketing Religioso, que se celebrará en Madrid los días 21 y 22 de abril. “Hablar de aplicar técnicas de márketing al anuncio del Evangelio puede generar recelos”, reconoció en la presentación Juan Carlos Cordero, secretario de la Provincia de Hispania, aunque recordó que “Jesús predicó por medio de parábolas y realizó gestos provocativos”.

Por ello, ver “qué puede tener en común el márketing religioso con otros tipos de márketing y qué debe tener de específico será una de las cuestiones que este congreso nos clarificará”, señaló el dominico en la rueda de prensa que se celebró el 13 de enero.

Para ello han contactado con un plantel de expertos –ajenos al mundo de la Iglesia– para reflexionar sobre las nuevas formas de relación en el siglo XXI y cómo aplicarlas en el ámbito religioso. “Es un acto de Iglesia y para la Iglesia, para que pueda reinspirarse”, señaló Carlos Luna, laico dominico y responsable de la organización del evento. “Pero queremos conocer las reflexiones de otras personas que quizás nos puedan inspirar para volver a conectar con los jóvenes, como han tenido que hacer las grandes marcas. Si organizamos foros para nosotros mismos, sacaremos las conclusiones de siempre. Y nosotros, como ‘marca Iglesia’, queremos volver a conectar con ellos sin perder nuestra esencia”, apuntó.

Pero para ello es preciso conectar de otra manera. “Hemos mamado mucho del modelo clásico de comunicación, donde hay un emisor, la Iglesia, y un receptor, todos los demás. Ese modelo ya no crea relación”, respondió el también profesor de márketing a Vida Nueva sobre las razones por las cuales la Iglesia ha perdido a una parte muy importante de la juventud. Según él, ya ha pasado el tiempo de “las ruedas de prensa, de las encíclicas y los cinefórums” para conectar con la sociedad. “No logramos llegar a un ser humano cada vez más impermeable y saturado por los más de 3.000 impactos publicitarios que recibe al día. ¿Y nosotros queremos seguir haciendo las cosas con el mismo tono? El público ha cambiado, por lo que hemos que buscar nuevas formas no para vender, sino para relacionarnos”.

Luna reconoce que hoy se parte de una imagen “negativa o desconocida” de la Iglesia. Pero es optimista porque, al contrario de las grandes marcas, “el mensaje no lo creamos nosotros; se nos ha regalado”, por lo que espera que el congreso sirva para detectar “esos frenos que impiden a la gente conectar con nuestro mensaje”.

“Debemos crear –añadió– nuevos modos de relación con un público que cada vez nos necesita menos, aunque en el fondo nos anhela porque en su interior hay un deseo de trascendencia que hoy cubren otras necesidades. Por eso la Iglesia ha salido del top of mind de la gente. Y algunos ya no nos quieren conocer, que es peor”.

El ejemplo del Camino de Santiago

“No nos gusta la palabra márketing porque creemos que sirve para manipularnos y que nos van a engañar. Por ello, hay que ser transparentes y auténticos. Y este congreso va a enseñarnos nuevas herramientas para ver que el márketing religioso nos tiene que servir también para innovar”, señaló en la presentación Alejandro Fernández, uno de los ponentes de este congreso, quien puso como ejemplo la recuperación del Camino de Santiago, que en 1971 fue completado por 68 personas y que finalizó 2016 con el nuevo récord de 278.041 peregrinos. ¡Y sin ser año santo!

Publicado en el número 3.020 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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