“La vida de Eduardo Cardet corre peligro en la cárcel”

El coordinador del Movimiento Cristiano de Liberación de Cuba lleva dos meses detenido

Eduardo Cardet, coordinador del Movimiento Cristiano de Liberación de Cuba, en Madrid

“La vida de Eduardo Cardet corre peligro en la cárcel” [extracto]

BLANCA RUIZ ANTÓN | Eduardo Cardet, coordinador del Movimiento Cristiano de Liberación (MCL), fundado en Cuba en 1988 por el fallecido Oswaldo Payá, y que lleva más de 30 años luchando por la democracia real en la Isla, se encuentra detenido desde el pasado 30 de noviembre. Según la versión oficial, por “atentado a la autoridad, resistencia y desacato”, delitos comunes que en la mayoría de los casos se resuelven en pocos días y con bajas sanciones.

Sin embargo, Cardet sigue encarcelado y, según afirma su mujer, Yaimaris Vecino, “su vida corre peligro”. Carlos Payá, hermano de Oswaldo y portavoz del MCL, asegura que su detención no está relacionada con la muerte de Fidel Castro, siendo las amenazas anteriores. “Cardet –precisa– volvió de Miami poco después y, según reconoció a su mujer un oficial que lo detuvo, durante ese viaje a Estados Unidos él se reunió allí con quien no debía”.

“En julio –apunta Payá–, Cardet, como coordinador del MCL, presentó una propuesta de reforma de la ley electoral, llamada ‘Un cubano, un voto’, y por la que se pide que el régimen no interceda en las comisiones de candidaturas; su modo de poner y quitar candidatos. También reclama que los cubanos que estamos fuera tengamos derecho a voto y que los militares puedan votar, pero no ser elegidos”. Tras ser esta propuesta entregada ya a 92 diputados, el régimen “ha reaccionado con una represión brutal contra el MCL”.

A pesar de que oficialmente los delitos que se le imputan son menores, a Cardet se le ha denegado hasta en tres ocasiones la salida en libertad bajo fianza. Sin embargo, explica Payá, “le han dicho que, si renuncia a sus ideas, puede salir libre”. El propio Cardet, en un viaje a España en septiembre, reconoció a Vida Nueva que esta es la estrategia del régimen para amordazar a la oposición: “Cada vez hay más detenciones transitorias, secuestros cortos, palizas… El Gobierno utiliza figuras delictivas como el intento de atentado, el desacato, la desobediencia o la alteración del orden público para arrestar a muchos opositores, transmitiendo ese mensaje a la sociedad”.

“Cuba ha cambiado poco o nada”

También denunciaba que, con el inicio del deshielo de las relaciones internacionales, “Cuba ha cambiado poco o nada en materia de derechos humanos, civiles o políticos. La crisis económica es más severa cada día. Siguen estando en clara ventaja los relacionados con el Gobierno, un sector muy pequeño de la población que no repercute de manera general en el país”. “Estamos viviendo un fraude –declaraba entonces a esta revista–. El régimen vende la idea de que Cuba está cambiando, pero es mentira; es un cambio a medias, porque seguimos si derechos ni verdaderas oportunidades”.

Según Alejandro González, director del Observatorio de los Derechos Humanos de Cuba, “Cardet no ha cometido ningún delito, sino que ha sido coherente consigo mismo, y eso en la Isla es un delito. Su experiencia es la misma que la de muchos otros activistas del MCL anteriores y de otros grupos que también pasaron por cárcel por intentar conseguir derechos de manera pacífica”.

Según denuncia Payá, el régimen ha difundido la información de que cuando Cardet llama desde la cárcel a su familia, en realidad lo que hace es denunciar los “negocios sucios” de los presos, algo que le pone “absolutamente en riesgo, por lo que tiene un peligro real de muerte”.

Al portavoz del MCL, esta situación le recuerda a una muy cercana: “Mi hermano Oswaldo estaba en libertad y un día fue a Santiago de Cuba. Lo mataron en la carretera [la versión oficial sostiene que fue un accidente], con Harold Cepero. Si Cardet está en una celda rodeado de criminales incentivados por el régimen para que le golpeen y se siente amenazado de muerte constantemente, tiene que salir cuanto antes; máxime si está encarcelado por un delito común. Aunque su caso lo atiende Seguridad del Estado, que se encarga de los presos políticos. Ahí el propio régimen se está delatando”.

Llamada internacional

Desde el MCL se ha pedido la intercesión del Vaticano, de la Organización de Estados Americanos, del Comité Interamericano de Derechos Humanos y se ha mencionado su situación en los parlamentos de España, Suecia y Argentina. Además, la Organización Democristiana de América Latina, de la que Eduardo Cardet es vicepresidente, ha exigido su liberación.

Pese a todo, los opositores se muestran escépticos por los recientes acuerdos entre la Unión Europea y Cuba, que, según el portavoz del MCL, son “un espaldarazo para que el régimen se sienta impune. Parece que importa más un puñado de hoteles europeos en Cuba que los derechos humanos”.

Alejandro González comparte este pesar: “Ha sido un buen guión, pero con una pésima puesta en escena. Si la UE, en vez de haber redactado este acuerdo obsequioso con el Gobierno, hubiera logrado otro en el que impusiera el respeto básico de los derechos, evitaría que los cubanos quedáramos a merced del régimen”.

“Francisco apoya nuestra lucha”

En su charla con Vida Nueva, Eduardo Cardet definió al papa Francisco como “un aliado de todas las buenas causas. Donde hay falta de derechos, de justicia o graves dificultades económicas, por su condición de hombre consecuente con sus principios, de una manera o de otra, respalda esas luchas. Quizá no con pronunciamientos directos o no tan enérgicos como nos gustaría, pero estamos convencidos de que apoya de alguna manera nuestra lucha y la de todas las personas en dificultad”. “Tampoco es obligación del Vaticano ni de ningún país hacer que Cuba cambie –concluyó–, porque este es un deber de todos los cubanos, y especialmente de los que todavía están dentro de la Isla”.

Publicado en el número 3.020 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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