La Orden de Malta deberá rendir cuentas al Papa

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El cese del gran canciller abre una crisis en sus relaciones con la Santa Sede

relevo en la Orden de Malta el canciller Albrecht von Boeselager cesado le sustituye John E. Critien

El cesado Albrecht von Boeselager (izq.) y su sustituto, John E. Critien

ANTONIO PELAYO (ROMA) | En el Palacio Magistral que la Orden de Malta tiene en la romana Via Condotti, la consigna es aparentar absoluta normalidad. Dentro de sus históricos muros, sin embargo, se vive uno de los momentos más inquietantes de los últimos años por el enfrentamiento entre la SMOM (Soberana y Militar Orden de Malta) y la Santa Sede.

Los orígenes de la Soberana Orden militar y hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta (esta es su denominación oficial) se remontan al siglo XI, cuando fue fundada por comerciantes amalfitanos para ayudar a los peregrinos que acudían a los Santos Lugares. Hoy es reconocida como un sujeto de derecho internacional –equivalente a un Estado–, y en sus múltiples vicisitudes ha contado siempre con el apoyo de la Santa Sede.

Resulta, pues, muy sorprendente que sus actuales dirigentes hayan desencadenado un conflicto con el Vaticano a causa del cese de su gran canciller, el barón Albrecht von Boeselager, miembro de una familia alemana muy ligada a la Santa Sede, cuyo hermano Georg acaba de ser nombrado miembro del Consejo de Superintendencia del IOR (Instituto para las Obras de Religión).

cardenal Raymond Leo Burke patrono de la Orden de Malta con el gran maestre Matthew Festing

El cardenal Burke con el gran maestre de la Orden, Matthew Festing

Para mejor información del lector, aportamos estos datos:

El barón Albrecht von Boeselager pertenece a una aristocrática familia renana y entró en la rama alemana de la Orden Malta en 1976. En 1989, fue nombrado gran hospitalario de la Orden y fue reelegido para dicho cargo cinco veces. En 2014, fue nombrado gran canciller, cargo equivalente al de primer ministro.

▪ El 6 de diciembre de 2016, el gran maestre Matthew Festing estimó que era inevitable pedirle su dimisión. Aunque el motivo nunca se ha hecho público, parece deberse a que, durante su mandato como gran hospitalario, se distribuyeron preservativos en tres programas asistenciales de la Orden en Myanmar y en algunos países de África. Boeselager se defendió alegando su ignorancia al respecto y añadiendo que suspendió la distribución de condones apenas tuvo conocimiento de los hechos.

▪ El 14 de diciembre, el gran maestre –acompañado por el patrono de la Orden, el cardenal Raymond Leo Burke, y el gran comendador, Ludwig Hoffmannn von Rumerstein– le exigió su dimisión en virtud del voto de obediencia y alegando que la decisión se había tomado “siguiendo los deseos del Papa y de la Santa Sede”. Boeselager se negó a dimitir y, en consecuencia, fue expulsado de la Orden. Ese mismo día se nombró gran canciller al maltés John E. Critien.

▪ El 22 de diciembre, la Santa Sede anunció que el Papa había nombrado una comisión “con el encargo de recoger elementos capaces de informar completamente y en tiempos breves a la Santa Sede sobre los hechos que recientemente han interesado al gran canciller de la Orden, Albrecht Freiherr von Boeselager”. Presidida por el diplomático vaticano monseñor Silvano M. Tomasi, componen la misma el exrector de la Universidad Gregoriana, Gianfranco Ghirlanda, y tres miembros de la SMOM.

▪ El 10 de enero de 2017, el Gran Magisterio de la Orden publicó una declaración en la que se afirmaba que “la sustitución del anterior gran canciller ha sido una actuación del gobierno de la Orden”. En consecuencia –se añade–, “la Orden de Malta ha considerado que no debería colaborar con dicha comisión con el fin de proteger la soberanía de la Orden con respecto a las iniciativas que dicen tener por fin cuestionar objetivamente (lo cual, independientemente de las intenciones, revela su irrelevancia jurídica) o incluso limitar dicha soberanía”.

▪ La comisión vaticana, por su parte, iniciaba sus contactos “oficiales” el 16 de enero, considerando que “no se trata de interferir en los asuntos internos de la Orden, porque su propósito es rendir cuentas al Papa sobre los procedimientos utilizados en la destitución del gran canciller y nada más”. Por si no quedaba claro, se dice: “El Santo Padre tiene autoridad plena para pedir a su comisión que le responda a él y solo a él sobre la investigación que clarificará el procedimiento que desencadenó la destitución”.

▪ El 17, la Santa Sede “confirma su confianza en los cinco componentes del grupo constituido por el Santo Padre”, confía “en la plena cooperación de todos en esta fase tan delicada y espera la relación del citado grupo para adoptar, en lo que es de su competencia, las decisiones más oportunas para el bien de la SMOM”.

El semanario inglés The Tablet ha informado, además, de que el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, escribió el pasado 21 de diciembre una carta al gran maestro en la que aclara que el cese del gran canciller “no debe ser atribuido a la voluntad del Papa o a sus directivas”. Es un desmentido categórico a las razones esgrimidas, según parece, por el cardenal Burke. El número dos de la Santa Sede pide que se “suspenda” la dimisión del gran canciller hasta que la comisión informe al Papa.

papa Francisco recibe a Mahmoud Abbas líder palestino enero 2017

Francisco con el líder palestino, Mahmoud Abbas

En medios diplomáticos se considera que el futuro de la Orden y de sus dirigentes dependerá de la solución que se le dé a esta delicada crisis.

Día histórico en las relaciones con Palestina

El sábado 14 de enero fue un día histórico en las relaciones entre la Santa Sede y el Estado de Palestina. Ese día fue inaugurada oficialmente la sede de la embajada en Via Angelica, a pocos metros del Vaticano; una ceremonia presidida por Mahmoud Abbas (Abu Mazen), que antes fue recibido en audiencia por el papa Francisco.

Este encuentro cordial duró 23 minutos, y en el curso del mismo –según el comunicado vaticano– se expresó “la esperanza de que se puedan reanudar las negociaciones directas entre las partes [israelíes y palestinos] para poner fin a la violencia que causa sufrimientos inaceptables a la población civil” y se alcance “una solución justa y duradera”.

Con este acto –al que asistió el sustituto de la Secretaría de Estado, Angelo G. Becciu– se subraya la posición de la Santa Sede favorable a los dos estados y al reconocimiento oficial de Palestina como estado independiente y soberano. “Espero que otros estados –dijo Abbas– sigan el ejemplo vaticano”.

Publicado en el número 3.020 de Vida Nueva. Ver sumario

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