Así fueron los mensajes de Nochebuena, ‘Urbi et Orbi’ y festividad de San Esteban protomártir
Mensaje ‘Urbi et Orbi’ desde el balcón central de la Basílica vaticana
M. GÓMEZ | Que estemos en Navidad, y que estas fechas sean de felicidad y esperanza, no significa que tengamos que cerrar los ojos al dolor en el mundo; más bien al contrario, el propio papa Francisco ha puesto el foco en la triste amplia variedad de conflictos, guerras y desastres que asolan el mundo. No como un ejercicio de pesimismo, sino para traer a la memoria a los pueblos más desfavorecidos y golpeados por el mal, porque son precisamente estos los que “siente fuertemente el deseo de la paz”. Así, hasta 23 escenarios han sido objeto y sujeto de la preocupación del Papa estas navidades, explicitada en el mensaje ‘Urbi et Orbi’ del 25 de diciembre.
- Álbum de fotos en Facebook: las mejores imágenes de las navidades de Francisco
- Francisco, firme ante la Curia, también en Navidad (solo suscriptores)
Como es tradicional, desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el Papa se dirigó a los cientos de peregrinos presentes y al mundo entero, para felicitar la Navidad y recordar que el poder del Niño, Hijo de Dios y de María, “no es el poder de este mundo, basado en la fuerza y en la riqueza”, sino “el poder del amor” y del “servicio”.
“El nacimiento de Jesús está acompañado por el canto de los ángeles que anuncian: ‘Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios ama'”, y este anuncio, dijo Francisco, quiere llegar a todos los pueblos, especialmente los “golpeados por la guerra y los conflictos violentos”. El resto del mensaje ‘Urbi et orbi’ es una sucesión de estos lugares y situaciones, encabezados por la drámatica realidad de Siria:
1. “Paz a los hombres y a las mujeres de la martirizada Siria, donde demasiada sangre ha sido derramada”, sobre todo la ciudad de Alepo. “Es muy urgente que, respetando el derecho humanitario, se garanticen asistencia y consolación a la extenuada población civil (…). Es hora de que las armas callen definitivamente y la comunidad internacional se comprometa activamente para que se logre una solución negociable y se restablezca la convivencia civil en el país”.
2. “La amada Tierra Santa“.
3. “Que puedan recobrar unidad y concordia Irak…
4. … Libia….
5. … Yemen, donde las poblaciones sufren la guerra y brutales acciones terroristas”.
6. “Nigeria, donde el terrorismo fundamentalista explota también a los niños para perpetrar el horror y la muerte”.
7. “Paz en Sudán del Sur…
8. … y en la República Democrática del Congo, para que se curen las divisiones”.
9. “Ucrania oriental, donde es urgente una voluntad común para llevar alivio a la población y poner en práctica los compromisos asumidos”.
10. “Pedimos concordia para el querido pueblo colombiano, que desea cumplir un nuevo y valiente camino de diálogo y de reconciliación”.
11. “Dicha valentía anime también la amada Venezuela para dar los pasos necesarios con vistas a poner fin a las tensiones actuales”.
12. “Que Myanmar pueda consolidar los esfuerzos para favorecer la convivencia pacífica”.
13. “Que pueda la península coreana ver superadas las tensiones que la atraviesan en un renovado espíritu de colaboración”.
14. “Paz a quien ha sido herido o ha perdido a un ser querido debido a viles actos de terrorismo que han sembrado miedo y muerte en el corazón de tantos países y ciudades”.
15. “Paz —no de palabra, sino eficaz y concreta— a nuestros hermanos y hermanas que están abandonados y excluidos…
16. …, a los que sufren hambre….
17. … y los que son víctimas de violencia“.
18. “Paz a los prófugos, a los emigrantes y refugiados…”.
19. …, a los que hoy son objeto de la trata de personas”.
20. “Paz a los pueblos que sufren por las ambiciones económicas de unos pocos y la avaricia voraz del dios dinero que lleva a la esclavitud”.
21. “Paz a los que están marcados por el malestar social y económico“.
22. “A los que sufren las consecuencias de los terremotos u otras catástrofes naturales“.
23. “Y paz a los niños, en este día especial en el que Dios se hace niño, sobre todo a los privados de la alegría de la infancia a causa del hambre, de las guerras y del egoísmo de los adultos”.
Nochebuena: consejos para celebrar la verdadera Navidad
Junto a un grupo de niños de varias nacionalidades, el Papa incensa el belén en Nochebuena
La noche anterior, el 24 de diciembre, Francisco presidió la misa en la Solemnidad de la Navidad del Señor en la Basílica vaticana. En su homilía, aseguró que Dios “no está lejos, no debemos buscarlo en las órbitas celestes o en una idea mística; es cercano, se ha hecho hombre y no se cansará jamás de nuestra humalidad”.
¿Cómo verle? ¿Cómo reconocerle? El Papa indicó una señal muy clara: “Si queremos celebrar la verdadera Navidad, contemplemos este signo: la sencillez frágil de un niño recién nacido, la dulzura al verlo recostado, la ternura de los pañales que lo cubren. Allí está Dios”.
Más adelante, dejaba otra recomendación muy concreta: “Cuando las luces del comercio arrinconan en la sombra la luz de Dios; cuando nos afanamos por los regalos y permanecemos insensibles ante quien está marginado. ¡Esta mundanidad nos ha secuestrado la Navidad, es necesario liberarla!“.
Desde aquí, el Niño “nos llama a dejar los engaños de lo efímero para ir a lo esencial, a renunciar a nuestras pretensiones insaciables, a abandonar las insatisfacciones permanentes y la tristeza ante cualquier cosa que siempre nos faltará. Nos hará bien dejar estas cosas para encontrar de nuevo en la sencillez del Niño Dios la paz, la alegría, el sentido luminoso de la vida”.
Más dura fue la imagen de otros niños que también nos interpelan, niños que “no están recostados en una cuna ni acariciados por el afecto de una madre ni de un padre, sino que yacen en los escuálidos ‘pesebres donde se devora su dignidad’: en el refugio subterráneo para escapar de los bombardeos, sobre las aceras de una gran ciudad, en el fondo de una barcaza repleta de emigrantes. Dejémonos interpelar por los niños a los que no se les deja nacer, por los que lloran porque nadie les sacia su hambre, por los que no tienen en sus manos juguetes, sino armas“.
Al final de su alocución, el Papa invitó a llevar a Jesús “lo que somos, nuestras marginaciones, nuestras heridas no curadas, nuestros pecados. Así, en Jesús, saborearemos el verdadero espíritu de Navidad: la belleza de ser amados por Dios“.
La fidelidad de los mártires
Rezo del ángelus ayer 26 de diciembre
La Plaza de San Pedro volvió a llenarse de peregrinos ayer lunes 26 de diciembre, festividad de San Esteban protomártir. A la hora del ángelus, el Papa habló del martirio cristiano como una realidad actual. ¿Por qué el mundo persigue a los cristianos? El mundo odia a los cristianos por la misma razón por la cual ha odiado a Jesús, porque Él ha traído la luz de Dios y el mundo prefiere las tinieblas para esconder sus obras malignas (…). Seguir a Jesús quiere decir seguir su luz, que se ha encendido en la noche de Belén, y abandonar las tinieblas del mundo”.
Así, también hoy la Iglesia sigue experimentando “duras persecuciones”, “injusticias” y “violencias”, a los que Francisco quiso alentar: “Hoy queremos pensar en ellos que sufren persecuciones, y estar cerca de ellos con nuestro afecto, nuestra oración y también nuestro llanto”. Recordó a los cristianos de Irak, que celebraron la Navidad en una catedral destruida, “un ejemplo de fidelidad al Evangelio” de personas que, a pesar de las “pruebas y peligros”, “testimonian con valentía su pertenencia a Cristo”.
El Pontífice acabó con un llamamiento para renovar la “gozosa y valiente voluntad” de seguir al Hijo de Dios como único guía.
