La caída de Alepo acerca el fin de la guerra en Siria

tropas del ejército sirio del presidente Bashar al-Ásad toman la ciudad de Alepo diciembre 2016

Patriarca greco-católico Gregorio III Laham a los cristianos: “Quedaos para construir un mundo nuevo”

tropas del ejército sirio del presidente Bashar al-Ásad toman la ciudad de Alepo diciembre 2016

Las tropas de Al-Assad ya controlan la ciudad

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Tras una batalla sin cuartel hasta quedar sumida en ruinas, Alepo, capital económica y cultural de Siria y un eje clave en el discurrir de la guerra civil que desangra al país desde hace casi seis años, ha sido tomada por las tropas de Al-Assad. El 12 de diciembre se hicieron con el control total de la ciudad, a excepción de tres barrios en la parte oriental, en manos de un pequeño grupo de rebeldes. Aunque resistieron tres días más, acabó entrando en vigor el acuerdo entre Turquía (próxima a los opositores) e Irán y Rusia (afines al régimen) para que la ciudad empezara a ser evacuada.

Así, pese a las tensiones en los días anteriores, el lunes 19 salieron 4.300 personas. En los dos días siguientes, al cierre de esta edición, según informaba el ministro de Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, ya eran 37.500 los evacuados. Pero también aquí hay discrepancias… Según Damasco, muchos de ellos son “terroristas” a los que se facilita una huida para que cesen los combates en Alepo.

Ahora, parece que el devenir de la guerra en Siria se juega fuera de sus fronteras, a un nivel diplomático. El martes 20 en Moscú, pese a la conmoción por el asesinato del embajador ruso en Ankara, se reunieron los ministros de Defensa y Exteriores de Turquía, Irán y Rusia con el fin de buscar una salida dialogada, apoyando una mesa de negociaciones entre el régimen y los rebeldes y la extensión en el tiempo de la frágil tregua acordada semanas atrás.

En un emotivo mensaje, Gregorio III Laham, patriarca greco-católico de Antioquía y de todo Oriente, ha querido insuflar ánimo a los cristianos de Siria, poniendo el foco en la luz de la Navidad: “Estamos caminando por un sendero de dolor y de tristeza, pero también hay otro de esperanza. (…) A pesar de la tragedia, la comunidad cristiana en Siria se prepara para la alegría de la Navidad, hoy más que nunca”.

“Este es el gran desafío –enfatiza–, debemos usar la Navidad para llevar la alegría a los que están en la tristeza y en el dolor, a los que han perdido la esperanza y sienten que ya no tienen ningún futuro”. Laham concluye rogando la permanencia en el país: “Quedaos para construir un mundo nuevo después de esta crisis. Necesitamos a quien construya la nación”.

Publicado en el número 3.017 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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