Cuando la Biblia es noticia

Periódicamente se publican presuntos hallazgos arqueológicos que parecen provocar una auténtica revolución

supuesto papiro copto del siglo IV en el que Jesús habla de su madre y su esposa adquirido por la Universidad de Harvard que luego resultó una falsificación

El ‘Papiro de la esposa de Jesús’ que luego resultó ser una falsificación

JUAN CHAPA | Hace unas semanas, los medios de comunicación se hicieron eco del desciframiento de un rollo carbonizado del Levítico, encontrado en los años 70 en En-Guedi y datado en el siglo III o IV después de Cristo. Mediante un sofisticado software, y gracias a que la tinta con que se escribió contiene restos de metal, los expertos han logrado leer el interior del rollo sin necesidad de abrirlo. Una vez descifrado, el texto en sí no ofrece variantes relevantes, pero no deja de ser un testimonio interesante en la historia de la trasmisión del texto bíblico. La noticia, como es de esperar, ha llamado la atención por hacer referencia a la Biblia y mostrar la novedad de los avances tecnológicos. La prensa ha informado al respecto con objetividad y sin aspavientos.

Pero no siempre sucede así. En otras ocasiones, aprovechándose de que Jesús y la Biblia “siempre venden”, se publican noticias que parecen provocar una auténtica revolución en el campo bíblico. Los responsables de ello no son los medios (aunque sin duda contribuyen con titulares más o menos sensacionalistas), sino quienes pretenden haber realizado algún hallazgo extraordinario.

Un célebre caso fue el del Osario de Santiago, una arqueta descubierta en Jerusalén en 2002 con una inscripción que decía “Santiago, hijo de José, hermano de Jesús”. La noticia llenó páginas de periódicos durante semanas. Pero fueron pocos los medios que informaron después de que las autoridades israelíes sospechaban de la autenticidad de la inscripción y de que su descubridor fue detenido por fraude (cierto, tras un largo juicio, fue absuelto, aunque las dudas sobre la autenticidad de la inscripción persisten). (…)

La palma se la lleva el llamado “Papiro de la esposa de Jesús”, descubrimiento anunciado en 2012 a bombo y platillo. Sin embargo, la revelación de su más que probable falsificador –comentada ampliamente en ámbito académico– ha sido ignorada casi por completo en los medios de comunicación generalistas.

En nuestros días, sin negar que puedan darse, son raros los grandes descubrimientos. Más habituales son los pequeños adelantos, como el que supone la lectura del rollo carbonizado de En-Guedi. Por desgracia, estos hallazgos apenas son noticia. No obstante, contribuyen al desarrollo en la ciencia bíblica, que sigue su curso avanzando con poca publicidad.

Publicado en el número 3.017 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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