Arturo Sosa, SJ: “El debate en la Iglesia tiene que ser libre y con desacuerdos”

Arturo Sosa, superior general de la Compañía de Jesús

‘VN’ entrevista al superior general de la Compañía de Jesús

Arturo Sosa, superior general de la Compañía de Jesús

DARÍO MENOR (ROMA) | Arturo Sosa agarra al vuelo un café solo largo y rechaza los apetitosos dulces que esperan en la bandeja a que alguien se los coma. “Hay que tener cuidado con los peligros de Italia”, dice con una sonrisa enmarcada por su blanco y copioso bigote, probablemente el más influyente de los que se lucen hoy en Roma. A mitad del pasado mes de octubre, este venezolano de 68 años se convirtió en el primer latinoamericano en ser elegido superior general de la Compañía de Jesús, la más numerosa de las congregaciones religiosas masculinas de la Iglesia católica y cuyos miembros se distinguen históricamente por su elevada formación. “La verdadera intelectualidad es la que se abre a lo imposible”, explica a Vida Nueva en esta entrevista, la primera que concede a un medio no vinculado a los jesuitas.

Asegura que los más grandes pensadores que ha encontrado en la Compañía estaban “en el trabajo popular, con los campesinos y con las comunidades de base”. Dice que “pensar siempre es arriesgado”, pero que “si uno no se equivoca, no aprende”. Y aplica esa libertad a su forma de ver la Iglesia.

El P. Sosa asegura que en el apostolado jesuita no puede faltar la dimensión “intelectual”, y explica: “Tú eres un párroco, un buen párroco, pero te limitas a aplicar la pastoral común de la Iglesia y eres generoso en tu entrega. Un jesuita no se debería conformar con eso. El paso siguiente es si lo que estás haciendo como pastoral es lo mejor que puedes hacer. Y si no puedes inventarte otros tipos de pastoral que lleguen más profundamente a la gente”.

Valora el debate “libre” y el “desacuerdo”, porque si no hay debate “significa que la gente no está diciendo la verdad, que no es transparente, o que somos todos troncos y no hay vitalidad”, y reconoce este proceder en Francisco: “El Papa no se molesta por que le critiquen. Yo no lo he visto tomando represalias o medidas disciplinarias por que un cardenal piense algo distinto a él. Lo llama a debatir”.

Considera “una gracia” que Bergoglio sea jesuita, y el hecho de que ambos sean latinoamericanos lo intepreta como que “la Iglesia latinoamericana tiene una experiencia que dar a la Iglesia en el mundo”. ¿Viene todo de Aparecida y de la experiencia del CELAM? ¿También de esa inculturación con lo social y lo político? ¿Ha sido positivo para llegar a este punto? “Positivo no, necesario –dice–. Es imposible desligarse. La política es algo que predicar, es un modo humano de resolver los conflictos. El otro es liarnos a tiros”.

Sobre Venezeula

Caraqueño de nacimiento, Sosa es un profundo conocedor de la situación política, social y económica de Venezuela, a la que ha dedicado numerosos estudios. Desde Roma sigue con mucha atención lo que acontece en su país: “La sociedad venezolana está profundamente herida. No es que vaya a haber violencia, es que ya la hay”.

Sobre el papel del Vaticano como mediador, opina que “la Santa Sede está jugando una apuesta muy importante, demostrando que cree que el camino es la política y la reconciliación. Y se está jugando su prestigio. Pero no puede hacer más”.

Publicado en el número 3.015 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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