Las II Jornadas Teológicas Centroamericanas y Caribeñas reflexionan sobre violencia, migración y medio ambiente

II Jornadas Teológicas Centroamericanas y Caribeñas san salvador noviembre 2016

“La autoridad de los que sufren” reclama respuestas

II Jornadas Teológicas Centroamericanas y Caribeñas san salvador noviembre 2016

Uno de los actos de las Jornadas de San Salvador

ÓSCAR ELIZALDE PRADA | Ante la creciente violencia en Centroamérica y el Caribe, vinculada al fenómeno migratorio y a la problemática ambiental, la preocupación del papa Francisco de que “renazca la justicia y la paz” fue acogida por los más de 450 laicos, religiosos y sacerdotes que participaron en las II Jornadas Teológicas Centroamericanas y Caribeñas (San Salvador, 18-20 de noviembre) convocadas por Amerindia y por la Maestría en Teología Latinoamericana de la Universidad Centroamericana ‘José Simeón Cañas’ (UCA).
“Con el paso del tiempo hay que buscar nuevas formas de justicia y de paz, pero cuando hay deterioro de ambas cosas, renacer implica buscar fuentes de aguas vivas también en el pasado”, apuntó el teólogo Jon Sobrino, aludiendo a los mártires e insistiendo en que “hay que mantener vivas las raíces de la justicia y la paz, tal como fueron comprendidas en Medellín (1968)”. Ni las ponencias, ni los espacios de construcción colectiva, ni los momentos celebrativos en la UCA fueron ajenos a este propósito.
La disertación de Rodolfo Cardenal sobre la génesis de la violencia y sus “puertas” de salida, por ejemplo, dio lugar a interesantes reflexiones, a partir de experiencias concretas sobre violencia juvenil (Benjamín Schwab y Jaime Comabella), violencia del sistema (Rogerio Mosimann da Silva), violencia contra los defensores de la vida (Ludivine Hernández y René Florez), violencia y perspectiva bíblica (Humbelina del Caño), desafíos de la violencia a la Iglesia (Larry José Madrigal) y mujeres rompiendo el silencio (Lily Muñoz), todas ellas compartidas a través de talleres.
Exclusión femenina
“También la violencia hacia las mujeres cuestiona nuestra forma de hacer teología”, advirtió la teóloga dominicana Geraldina Céspedes, subrayando “el desafío de hacer teología narrativa” para reivindicar la exclusión y el sufrimiento de las mujeres, sin olvidar su protagonismo en la construcción de la paz, “a partir de una espiritualidad de la resistencia, la resiliencia y la no violencia”.
Otros testigos creíbles analizaron diversas realidades de la región. Así, el sacerdote mexicano Alejandro Solalinde reflexionó sobre la situación de los migrantes centroamericanos y caribeños de cara al crimen organizado que controla el ‘negocio’ de la migración; Yuri Melini, ambientalista guatemalteco, presentó su perspectiva sobre la lucha de los pueblos por la defensa de la casa común, tomando como referencia el caso de La Puya en su país; Carmela Gibaja se refirió a la trata de personas desde un enfoque de género; Miriam Pixtún disertó sobre la defensa del territorio y los pueblos indígenas; y Mauro Verzeletti compartió una mirada crítica sobre migración y alianza para la prosperidad.
Ante este vasto y desafiante panorama, el teólogo Pedro Trigo apeló a la “justicia rehabilitadora” como camino para restaurar la fraternidad humana a partir de “la misericordia como una relación mutua” y destacó el papel de los pobres, “que ponen en evidencia la inhumanidad e irracionalidad de este sistema de rapiña insensata”.
Al cierre de la cita, Martha Zechmeister, directora de la Maestría en Teología Latinoamericana de la UCA, reivindicó “la autoridad de los sufren”: “Los que mueren de hambre o a causa de la violencia como consecuencia de una desigualdad escandalosa, los migrantes, combatidos por Europa y Estados Unidos en sus fronteras del sur, los presos políticos, por fin todas las víctimas, todos ellos representan la autoridad máxima a la cual tenemos que responder sin rechistar”.

Publicado en el número 3.014 de Vida Nueva. Ver sumario

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