El interrogante cubano

vehículo militar con los restos mortales de Fidel Castro para dar el último adios en las calles de La Habana
vehículo militar con los restos mortales de Fidel Castro para dar el último adios en las calles de La Habana

Un vehículo militar transporta los restos mortales de Fidel Castro por las calles de La Habana

IGNACIO URÍA, profesor de la Universidad de Navarra e investigador asociado de las universidades de Georgetown y Miami

Esta vez se ha muerto de verdad. Lo confirmó su hermano Raúl con un gesto lloroso que recordaba al de Arias Navarro anunciando el fallecimiento de Franco. ¿Qué pasará ahora? Por lo pronto, nada. El régimen ha tenido más de una década para prepararse. En 2006, Fidel Castro casi se muere en una operación intestinal de la que nunca se recuperó. La vida consiguió entonces lo que no lograron los norteamericanos: apartarle del poder.

En los últimos diez años, dos papas visitaron Cuba, Raúl heredó la corona y EE.UU. se rindió a la evidencia. Sin embargo, la estructura política permanece intacta, la economía está en bancarrota y los derechos y libertades, en el congelador. Ha habido cambios, pero la fuerza de Raúl Castro sigue incólume.

El pasado abril se celebró el VII Congreso del Partido Comunista Cubano (PCC). Su “ruta conceptual” hasta 2030 consagra el comunismo como ideología irreversible. ¿Puede haber cambios con una barrera de tal magnitud? Como sucedió en España tras el asesinato de Carrero Blanco, en Cuba todos se reacomodan. ¿A quién apoyar? ¿Al Partido o al Ejército? ¿A los reformistas o al búnker?

Castro abandonará la presidencia en 15 meses, pero no la jefatura del Ejército ni del Partido. Como Pinochet en su día, conservará todo el poder. ¿Quiénes pueden sucederle? Las quinielas son variadas, pero en todas aparecen dos nombres: Alejandro Castro Espín, único hijo varón de Raúl, y Miguel Díaz-Canel, actual primer vicepresidente. El coronel Alejandro Castro, de 51 años, es el hombre fuerte de los militares. Combatió en Angola y fue uno de los encargados de negociar con el equipo de Obama en 2014. ¿Será el ungido? ¿O lo será Díaz-Canel? Con 56 años, ha sido ministro de Educación y procede de los cuadros del Partido Comunista. Su trayectoria se parece más a la de Adolfo Suárez. También en la habilidad de parecer fiel al régimen, pero quizá esconde un reformador.

El tiempo nos sacará de dudas. La muerte de Fidel Castro es el final del principio, pero, sin ella, todo lo demás sería imposible.

Publicado en el número 3.014 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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