Desembarco de obispos novatos en Añastro

cuatro obispos novatos en la Conferencia Episcopal al lado del retrato del papa Francisco noviembre 2016

En los últimos nueve meses se han producido seis nombramientos episcopales

cuatro obispos novatos en la Conferencia Episcopal al lado del retrato del papa Francisco noviembre 2016

De izq. a dcha., Luis Argüello, Arturo Ros, Luis Ángel de la Heras y Manuel Herrero, en la sede de la CEE

JOSÉ LORENZO / RUBÉN CRUZ | En cada apertura de la Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) sucede lo mismo. Los obispos se arremolinan en grupos, se abrazan, intercambian saludos y se disgregan para conformar otros remolinos humanos. Pero en la Asamblea de otoño (Madrid, 21-25 de noviembre) había un mayor revuelo y el apiñamiento se producía, sobre todo, en torno a los “obispos novatos”, seis, una de las cifras más altas de los últimos años.

“La primera sensación es, efectivamente, de novato”, asegura a Vida Nueva Luis Ángel de las Heras, el más “veterano” del grupo. Este claretiano que tomó posesión en mayo de la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, reconoce que la primera vez llegó a esta reunión “sin saber casi ningún detalle del desarrollo de la Asamblea. Pero también con la tranquilidad de haberte sentido acogido fraternalmente. Participar en la JMJ de Cracovia me permitió conocer a muchos obispos con la cercanía, el trato espontáneo y la intensidad de la JMJ. Así ocurrió entre los que coincidimos en el curso de nuevos obispos en Roma en septiembre, más aún por la cercanía en la novedad de la responsabilidad. Y la acogida y fraternidad se confirman y renuevan. Esto ayuda”.

En cuanto al ambiente en la Plenaria, asegura que le ha “sorprendido favorablemente la espontaneidad, la sencillez y la claridad con la que se toma la palabra. Todo en un clima de diálogo, claridad, encuentro y entendimiento. Aún no he tomado la palabra, por una prudencia inicial, pero creo que podré hacerlo con confianza”.

Antonio Gómez Cantero

“Todos me abrazan”

Novato entre los novatos es Antonio Gómez Cantero, obispo electo de Teruel y Albarracín, que pisó por primera vez la Plenaria cuatro días después de su nombramiento. “El Señor te va a dar muchas cosas buenas”, le dijo José María Gil Tamayo, secretario general de la CEE, al abrazarlo a su llegada. Antes, Esteban Escudero, auxiliar de Valencia y extitular de Palencia, lo saludó emocionado.

“Lo de los obispos ha sido increíble, todos me abrazan. Me siento tan querido… No sé por qué, supongo que será así con todos”, explicó Cantero. “Algunos me decían: ‘Ya es hora’. Otro me dijo: ‘Creíamos que te habías negado a ser obispo’”, relata. Y es que “un arzobispo me dijo una vez: ‘Antonio, si un día te piden ser obispo, di que sí que te conocemos”. “Si me lo piden diré que sí, aunque sé que me cambia la vida…”, contestó.

Tras sus primeras conversaciones con los prelados, Cantero destaca la claridad con la que hablan: “Desde el cariño y el respeto que se tienen, hay una libertad muy grande para que cada uno diga lo que cree conveniente. He apreciado la colegialidad y la comunión, más allá de que cada uno somos hijos de nuestra madre, pero el cariño existe”, destacó.

También de abrazo en abrazo iba Francisco Conesa, que el 7 de enero será consagrado obispo de Menorca. “¡Ah, de Vida Nueva! Mirad lo que me ha pasado”, relata con un brillo en los ojos. “Estuve en la audiencia general del Papa el miércoles 17 de noviembre y luego pude saludarle. Cuando me presenté y le dije que era el obispo electo de Menorca, me dijo: ‘Ah. He leído una entrevista suya en Vida Nueva. Linda entrevista. Decía usted algo así como que no éramos dueños de la fe de los demás’. Y, claro, yo me quedé muy sorprendido y admirado al ver que Francisco conocía lo que había dicho”. [Francisco: “Claro que leo ‘Vida Nueva’. Y además, la pago”]

“Como hermano entre hermanos” se ha sentido Manuel Herrero, obispo de Palencia, y quien, como los auxiliares de Valladolid y Valencia, Luis Argüello y Arturo Ros, ya empieza a acumular horas de vuelo.

Publicado en el número 3.013 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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