Carolina Marín: “Siempre llevaré conmigo a la Virgen del Rocío”

Carolina Marín, jugadora de bádminton, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río

Jugadora de bádminton

Carolina Marín, jugadora de bádminton, medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río

ÁNGELES LÓPEZ | El “efecto Carolina” ha sacudido los cimientos del bádminton… y de los profanos en este deporte: se han incrementado en un 53% las licencias desde que ganara la medalla de oro e incluso la Reina Letizia decidió apuntar a sus hijas después de verla sobre la cancha. Hablamos con la bicampeona del mundo y reciente medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río en el brevísimo rato que le dejan sus duros entrenamientos.

PREGUNTA.- Decía que los Juegos había que desdramatizarlos… ¿Ahí ha radicado el éxito de su medalla?

RESPUESTA.- Era importante desdramatizarlo, porque aunque es una competición muy bonita, y la más importante para un deportista, no quita que siga siendo un torneo más.

P.- Por cierto, ¿ya ha asimilado la vorágine de su triunfo en Río?

R.- Creo que no lo asimilaré de verdad, o por lo menos no le daré toda la importancia que tiene, hasta el día que me retire.

P.- “Hay que gritar, para que vean que no te rindes”. ¿En la vida también?

R.- La vida personal es diferente a la vida deportiva. En mi caso, hay dos Carolinas distintas. En la vida personal tienes que demostrarte a ti mismo que no te rindes en nada, no se lo tienes que demostrar a nadie, porque no te enfrentas a nadie. Sin embargo, en la vida deportiva tienes a un rival enfrente que te quiere ganar.

P.- ¿Por qué sopla al “volante” antes de cada saque?

R.- (Risas) No le soplo al volante, sino a mi mano. Cuando hace mucho calor me suda la mano, y a veces se me resbala un poco el grip de la raqueta.

P.- En la cancha desestabilizó a las orientales. ¿Cuánto se debe a la preparación y cuánto a que usted es así: fuerte y competitiva?

R.- La preparación es lo más importante de todo; el camino, el proceso que hay que hacer para conseguir cualquier cosa que te propongas. Si no tienes ese proceso es imposible conseguir algo.

P.- ¿A qué ha tenido que renunciar?

R.- Pues con 14 años renuncié a mi casa, familia, amigos, a todo… por venirme a entrenar al Centro de Alto Rendimiento de Madrid.

P.- En el prólogo de su libro, Rafa Nadal se compara con usted…

R.- Me siento muy orgullosa. Ambos somos muy competitivos, luchadores, nunca damos un punto por perdido.

P.- Pasó la medalla por el manto de la Virgen del Rocío. ¿Cómo fue ese momento?

R.- Fue algo inolvidable. Ese día lo recordaré siempre; fue algo verdaderamente especial. Soy muy devota de la Virgen del Rocío y es para estar superorgullosa de que toda Huelva fuera a recibirme. La verdad es que me emocioné; fue la sorpresa más grande que he podido recibir. Que toda Huelva me cantara la Salve Rociera es algo que me tocó la fibra y rompí a llorar. Siempre he llevado y seguiré llevando conmigo a la virgen del Rocío.

P.- ¿Llegará el ‘boom’ del bádminton en España?

R.- Estoy segura de que sí, sobre todo porque a las redes sociales me llegan muchas fotos de gente jugando a bádminton en muchos sitios: en el parque, la playa, en sus casas… Me hace muchísima ilusión ver a la gente practicar mi deporte.

La ofrenda

  • Carolina, acompañada por sus padres, Gonzalo y Toñi, fueron recibidos por el presidente de la Hermandad Matriz del Rocío de Almonte, Juan Ignacio Reales, y otros miembros de su junta de gobierno. Desde la Hermandad todos se mostraron “emocionados” por vivir este momento con la Virgen. Rezaron en el altar ante la blanca paloma, tras la reja, y después subieron al camarín para que Carolina pasara la medalla de oro por el manto, como hizo cuando fue campeona del mundo. Después, en la sacristía, la campeona olímpica y sus familiares departieron durante unos minutos con los miembros de la Hermandad, con los que guarda una buena relación, cada vez más intensa por compartir con ellos sus éxitos.

Publicado en el número 3.012 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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