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Explicaciones

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Dolores Aleixandre, RSCJ, biblista DOLORES ALEIXANDRE, RSCJ | Biblista

Parece ser que, cuando entre en vigor el nuevo Misal Romano, se dirá en la fórmula de la consagración del cáliz: “Mi sangre que será derramada por vosotros y por muchos”, en vez de “por todos”, como antes. Motivo del cambio: “Se ha aplicado un principio de correspondencia literal”.

Como la expresión suena a excluyente, se recomienda hacer una catequesis para que los fieles nos enteremos de que, en arameo, “multitud” significa “totalidad” y, por lo tanto, se está expresando de modo inequívoco la universalidad de la salvación.

A ver si lo he entendido bien: cuando escuchábamos “por todos”, resultaba inequívoca esa universalidad, pero como ahora lo de “por muchos” puede ser equívoco, necesitamos una explicación, no vaya a ser que entendamos lo que no debemos entender. ¿Alguien puede explicarme esta complicación?

Más misterios. Asisto a la consagración de un nuevo templo y la ceremonia, a pesar de durar más de dos horas, no se hace larga: pocas veces se encuentra una comunidad tan viva, tan festiva y que participe tan intensamente, apiñada en torno a un párroco excepcional. En las moniciones se va explicando cada símbolo, excepto esta secuencia enigmática: entra el obispo en procesión llevando mitra y báculo, pero, después de besar el altar, un diácono le quita la mitra y, antes de la primera lectura, se la vuelve a poner. Al proclamar el Evangelio se la quita de nuevo y le entrega el báculo, pero se lo quita otra vez al terminar el Evangelio. Antes de la homilía, le pone la mitra pero, al terminar, se la quita. Después del Credo se la pone, pero, al acercarse al altar para el ofertorio, se la quita de nuevo; después del Santo le quita el solideo, y después de la comunión, se lo pone otra vez y también la mitra. Al final, le da el báculo y sale del altar con báculo y mitra.

No sé si me salto algo; en todo caso, quiero pensar que, en algún momento futuro, se simplificará este trasiego de difícil comprensión. Mientras tanto, yo casi prefiero que no intenten explicármelo.

Publicado en el número 3.011 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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