El nuncio Fratini impone el palio al arzobispo de Burgos

VIDA NUEVA | “No es un signo de poder ni de prestigio, sino de alabanza a Dios y de servicio y entrega a los hermanos”. Con esta convicción ha recibido el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez, el palio arzobispal que el 28 de octubre le impuso en la catedral burgalesa el nuncio Renzo Fratini. Con esta ceremonia, que se produce once meses después de su toma de posesión, se refuerza “el compromiso que la Iglesia, a través del Santo Padre, quiere que tenga con todos y cada uno de vosotros”, señaló Herráez. Numerosos fieles y varios obispos acompañaron al arzobispo en la emotiva celebración.

Publicado en el número 3.010 de Vida Nueva. Ver sumario

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