Beatificados en Madrid cuatro monjes benedictinos asesinados en 1936

cuatro monjes benedictinos del priorato de Silos en Madrid asesinados en la Guerra Civil y beatificados en La Almudena 29 octubre 2016

Un acto para “conservar la memoria de los justos”

cuatro monjes benedictinos del priorato de Silos en Madrid asesinados en la Guerra Civil y beatificados en La Almudena 29 octubre 2016

De izq. a dcha., P. José Antón Gómez, P. Antolín Pablos, P. Rafael Alcocer y P. Luis Vidaurrázaga

J. LORENZO | Con un “¿por qué la Iglesia reabre esta página de la historia?”, el cardenal Angelo Amato centró el objeto de la ceremonia de beatificación que, el 29 de octubre, presidió en la madrileña catedral de La Almudena para beatificar a cuatro mártires benedictinos que pertenecían al priorato de Silos en Madrid, y que fueron asesinados en los primeros meses de la Guerra Civil.

“Porque quiere conservar la memoria de los justos, no de la injusticia que sufrieron”, continuó el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos. Y también porque “la Iglesia quiere amonestar a todos, creyentes y no creyentes, a no repetir más esa historia de horror y de muerte, a crear hoy gestos de vida y de encuentro, de acogida y comprensión, al ejemplo de estos mártires”.

José Antón Gómez, Antolín Pablos Villanueva, Rafael Alcocer Martínez y Luis Vidaurrázaga González, los cuatros monjes ahora beatificados, residían en el priorato de Santa María de Montserrat que el monasterio de Silos poseía en Madrid desde el año 1922. El 20 de julio de 1936, el P. Gómez, prior entonces, disolvió la comunidad ante la gravedad de la situación. Pero, en los meses siguientes, sus miembros fueron capturados y fusilados. Su proceso de beatificación se inició en Madrid en 2004 y el pasado 27 de abril, fiesta litúrgica de Nuestra Señora de Montserrat, Francisco firmó el decreto para su beatificación.

La ceremonia fue concelebrada por el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, el nuncio Renzo Fratini y el cardenal arzobispo emérito, Antonio María Rouco Varela, además de los arzobispos de Burgos y Tarragona, los obispos de Alcalá de Henares y Bilbao, el auxiliar de Madrid, así como varios abades y priores benedictinos.

Al día siguiente, Osoro celebró una misa de acción de gracias en la iglesia de Montserrat, donde se encuentran las reliquias de los nuevos beatos. Los actos conmemorativos concluyeron con otra eucaristía, el 5 de noviembre, en el monasterio de Silos (Burgos).

Publicado en el número 3.010 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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