Justicia cumplida con la Reforma

Jesús Sánchez Camacho, periodistaJESÚS SÁNCHEZ CAMACHO | Periodista

Si en tiempos de Pío IX el Santo Oficio incluía en el Índice de los libros prohibidos Las cinco llagas de la Iglesia, de Antonio Rosmini, en tiempos de Pablo VI la obra era reeditaba por expreso deseo del Pontífice. En su escrito, denunciaba la lengua de la liturgia y la nula participación del pueblo, una teología de manual que ignoraba la Biblia, una patrística ausente, el maridaje entre la Iglesia y el poder político, y la caída en un feudalismo que le conducía lejos de la pobreza de sus orígenes.

En las páginas interiores del 29 de octubre de 1966 (nº 546), Vida Nueva titulaba: “Antonio Rosmini está en proceso de beatificación”. A la noticia le acompañaba un despiece donde José Luis Martín Descalzo expresaba su opinión: “Pero tal vez no baste con decir ahora: ‘Justicia cumplida’. Porque la historia sigue. Y tal vez en el mundo siga habiendo Rosminis”.

En este puente de Todos los Santos, en el que el Papa viaja para la conmemoración común luterano-católica de la Reforma, podríamos pensar en aquellos santos que, tanto desde la orilla católica como la protestante, han sido tildados de herejes. Francisco ha expresado que en las Iglesias luterana y católica se han dado cristianos “con corazón santo”.

Esta lección era planteada por Martín Descalzo mediante una pregunta retórica: “¿Quienes hoy se dedican a ‘fabricar herejes’ no temen que dentro de 117 años puedan cambiar las cosas?”.

Publicado en el número 3.009 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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