Dario Viganò: “La Iglesia no tiene miedo de comunicar noticias incómodas”

Entrevista al nuevo prefecto de la Secretaría para la Comunicación

Dario Viganò, sacerdote italiano prefecto de la Secretaría para la Comunicación

DARÍO MENOR (ROMA) | La reforma de la Curia romana ha entrado de lleno en el terreno de la comunicación, donde el papa Francisco ha elegido como hombre fuerte de este sector tantas veces olvidado en la Iglesia al italiano Dario Viganò. Prefecto de la Secretaría para la Comunicación, este sacerdote de 54 años apuesta por la “responsabilidad, la competencia y el respeto por el prójimo” como los ejes principales a seguir por los distintos organismos que dependen de este nuevo dicasterio, nacido el 27 de junio de 2015: la Radio Vaticana, el Centro Televisivo Vaticano, la Sala de Prensa de la Santa Sede, L’Osservatore Romano… También quedó englobado en él el antiguo Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales.

PREGUNTA.- ¿El Papa sigue sus consejos sobre la comunicación? Él dice que usted es el “director del circo”. ¿Se siente así?

RESPUESTA.- El Papa es el Papa y ciertamente no necesita mis consejos. No sé si se ha referido a mí diciendo que soy el “director del circo”. El Papa es una persona que trabaja mucho y pregunta a cada uno de sus colaboradores lo que es necesario para poder desarrollar su ministerio.

P.- Hasta ahora la prensa ha mantenido una actitud muy positiva con Francisco. ¿Cómo piensa evitar un eventual cambio de tendencia? ¿Hay alguna preparación para responder a una eventual crisis comunicativa?

R.- Es una cuestión que afrontaremos con los dos profesionales que ahora se ocupan de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Greg Burke y Paloma García Ovejero. Burke ya fue llamado a la Secretaría de Estado como consejero para la comunicación en la época de Benedicto XVI.

P.- ¿Debe la comunicación institucional de la Santa Sede decir siempre la verdad, incluso cuando la información no es positiva para la Iglesia? ¿Hay alguna estrategia para mejorar la forma de comunicar de la Curia romana?

R.- Antes incluso de ser comunicada, la verdad debe ser amada y buscada. La Iglesia no tiene miedo de comunicar noticias incómodas o complejas. Basta mirar, por ejemplo, las acciones de los últimos dos pontífices, Benedicto XVI y Francisco, que han afrontado y siguen afrontando (en el caso de Francisco), pruebas complicadas y dificultosas con el coraje del Evangelio y la fuerza de la fe. La verdad debe comunicarse con responsabilidad, poniendo atención para comprobar bien los hechos y promover una comunicación honesta, no sensacionalista. No hace falta el escándalo y el ruido mediático para afirmar la verdad. Creo, en cambio, que lo que se necesita es responsabilidad, competencia y respeto por el prójimo.

Publicado en el número 3.007 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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