Socialistas cristianos: “El PSOE necesita volver a conectarse con la sociedad”

Pedro Sánchez dimite como secretario general del PSOE en el Comité Federal 1 octubre 2016

Reflexionan en ‘Vida Nueva’ sobre la salida forzada de Pedro Sánchez

Pedro Sánchez dimite como secretario general del PSOE en el Comité Federal 1 octubre 2016

Pedro Sánchez en el momento de su dimisión, el pasado 1 de octubre

J. LORENZO / M. Á. MALAVIA | La última gran crisis en el seno del PSOE, originada tras la dimisión de 17 miembros de su ejecutiva y que, tras una convulsa reunión de su comité federal el sábado 1 de octubre, acabó con la dimisión de su secretario general, Pedro Sánchez, llena de incógnitas el futuro del principal partido de la oposición.

Desde el grupo federal Cristianos Socialistas, aun cuando reconocen que es difícil contestar en nombre del colectivo, los acontecimientos se han vivido “con tristeza, dolor y mucha preocupación por la parálisis y el posible distanciamiento del partido con la sociedad”. Así lo reconoce a Vida Nueva su coordinador federal, Juan Carlos González Sanz, quien añade: “Quienes apostamos por el diálogo no estamos a gusto cuando las vías de convivencia se obvian y se actúa de forma que impide transmitir a la ciudadanía la vocación política como servicio al bien común”.

González Sanz reconoce que el “gran reto” del PSOE ahora es “recuperar la confianza y la credibilidad. Necesitamos hacer mucha pedagogía para que seamos creíbles como partido que lleva en su ADN construir una sociedad solidaria”. Y en cuanto a la aportación específica que como cristianos pueden realizar a ese objetivo, subraya el “continuar trabajando en la tarea de tender puentes entre el partido y el mundo cristiano. El PSOE necesita volver a conectarse con la sociedad. En el ámbito cristiano hay muchas personas y entidades comprometidas con los ciudadanos más vulnerables de los barrios y pueblos del país. Cristianos y socialistas estamos comprometidos con la solidaridad y la lucha contra las desigualdades”.

Radicalización

Consultado por esta revista, el que fuera durante muchos años alcalde socialista de A Coruña y luego embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, se muestra muy crítico con la “deriva ideológica” en la formación que, a su juicio, “comenzó con Zapatero y ahora se ha agudizado con Sánchez”. Ambos líderes, considera, “han abandonado el espacio de centro-izquierda en el que el partido se ha movido históricamente, creando una desafección progresiva entre nuestros votantes y nuestros militantes”. Es su caso, pues ha dejado de ser militante, “aunque intelectualmente sigo estando en la socialdemocracia”.

Para Vázquez, este proceso de “radicalización” se ha percibido fundamentalmente en “el cambio en el discurso territorial, en la apuesta por promover una Ley de Memoria Histórica o en el impulso de un anticlericalismo propio del siglo XIX”. Con ello, asegura, “se desvirtúan los valores propios de la socialdemocracia y se va contra la memoria de lo que hicimos en la Transición, donde fuimos referentes y donde personas de fe podíamos sentirnos integrados en el partido”. Ahora, en cambio, “se han roto los vínculos generacionales y ya se ve con sospecha a todo dirigente mayor de 50 años. Solo está presente gente del aparato, sin experiencia más allá de la política y que se aprovecha de esta endogamia”.

Con todo, entiende, “el error más grave ha sido potenciar este corte asambleario. Un partido como el PSOE no puede ser esclavo de sus militantes y dejar a un lado a sus votantes. Ello nos ha llevado a una ruptura interna y con la sociedad”.

Pese a todo, aunque es consciente de que “la salida es muy difícil a corto plazo”, Vázquez cree que el PSOE aún puede volver a ser un partido referente: “Ha de recuperar el espacio de centro-izquierda, el que le es natural, sin complejos. Para ello es clave dejar de competir con los populismos”.

Otros referentes del socialismo y cuya fe cristiana es notoria han declinado la invitación para participar en esta información.

“Respeto y preocupación” entre los obispos

La situación de incertidumbre que desde hace casi un año vive la sociedad española ante el bloqueo político es vista con preocupación en la Conferencia Episcopal Española (CEE), y a ella ha aludido en varias ocasiones su presidente, Ricardo Blázquez. Pero también les inquieta a los obispos la crisis que atraviesa el PSOE.

“Respeto y preocupación”. Así definió el secretario general de la CEE, José María Gil Tamayo, el momento que vive el principal partido de la oposición, según declaraciones efectuadas al término de la Comisión Permanente, el pasado 29 de septiembre. “Respeto, porque es un partido político que tiene su propios órganos de decisión y su militancia. Pero también preocupación, porque el PSOE es un partido de gobierno y deseamos que cuanto antes se solucione favorablemente esta situación de crisis, porque redundará en la estabilidad de toda la sociedad española”, afirmó.

Publicado en el número 3.006 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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