Francisco condena el colonialismo ideológico pero reivindica la integración

papa Francisco recibe a Diego Neria, transexual español, con su pareja

El Pontífice pone como ejemplo de acogida a Diego Neria, transexual español, que se siente “muy querido por Dios y por el Papa”

papa Francisco recibe a Diego Neria, transexual español, con su pareja

El Papa posa junto a Diego Neria y a su pareja, Macarena

Diego Neria, transexual español: “Me siento muy querido por Dios y por Francisco”

RUBÉN CRUZ | “Hay que acompañar a las personas como las acompaña Jesús”. Así respondió Francisco a la pregunta de qué le diría a una persona que sufre con su sexualidad. Lo hizo en la rueda de prensa del pasado 2 de octubre a bordo del vuelo de vuelta a Roma de su viaje a Georgia y Azerbaiyán. Y es que Bergoglio tiene claro que, “cuando una persona que tiene esta condición llega ante Jesús, Él seguramente no le dirá: ‘¡Vete, porque eres homosexual!’”. Por eso, el Pontífice declaró que ha acercado al Señor, “en su vida de sacerdote, de obispo e incluso como papa”, a personas con estas tendencias y “prácticas”.

Eso sí, Francisco también pidió a los periodistas fidelidad a su discurso: “Por favor, no vayan a decir: ‘¡El Papa santificará a los transexuales!’. Ya estoy viendo las primeras planas… Es un problema humano, de moral. Y hay que resolverlo como se puede, siempre con la misericordia de Dios, con la verdad, pero siempre con el corazón abierto”.

Francisco lo propone en primera persona, en tanto que ha seguido de cerca la historia de Diego Neria, el primer transexual de la historia que ha cruzado los muros vaticanos. Y del que el Santo Padre se acordó al responder a los periodistas. “El año pasado recibí una carta de un español que me contaba su historia. Era una niña que había sufrido mucho. Se sentía chico, pero era físicamente una chica. Y se hizo la operación”, comentó.

Unas palabras que han sorprendido a Neria: “Me siento muy querido por Dios y por Francisco. El Papa está haciendo una labor fundamental al abrir los brazos a gente que llevamos toda la vida pensando que estamos condenados y no tenemos un espacio dentro de la Iglesia”, señala a Vida Nueva el autor de El despiste de Dios. Cuadernos de viaje de un hombre que nació mujer (Tropo Editores).

Y es que el Papa separa el acompañamiento de la ideología de género. Sobre esto contó la anécdota de un padre que le comentó que su hijo de 10 años le dijo que de mayor quería ser chica. “Y el papá se dio cuenta de que en los libros de la escuela se enseñaba la ideología de género. Una cosa es que una persona tenga esta opción, otra es enseñar en las escuelas esta línea, para cambiar la mentalidad. A esto lo llamo colonización ideológica”, concluyó Francisco.

El Papa continuó contando que Diego le escribió porque para él sería importante ir a verle: “Los recibí –en referencia a Diego y su pareja, Macarena–. Me contó que en el barrio en el que vivía había un viejo párroco y uno nuevo. Cuando el nuevo párroco lo veía, le gritaba: ‘¡Te vas a ir al infierno!’. Cuando se encontraba con el viejo, le decía: ‘¿Desde hace cuánto que no te confiesas? Ven, ven…’”.

Francisco no se olvidó del obispo que acompañó a Diego en su proceso, Amadeo Rodríguez, titular de Jaén y anterior de Plasencia, a quien puso como ejemplo: “Fue a ver al obispo y él lo ha acompañado mucho. Un buen obispo, este, ‘perdía’ tiempo para acompañar a este hombre”. Y a pesar de la lejanía, sigue acompañando a este hombre placentino: “Para mí ha sido un padre, un compañero fundamental”, dice Neria. En su alocución, Bergoglio explicó que “el pecado es el pecado. Las tendencias o los desequilibrios hormonales dan muchos problemas y debemos estar muy atentos al decir que todo es lo mismo: cada caso hay que acogerlo, acompañarlo, estudiarlo, discernir e integrarlo. Esto es lo que haría Jesús hoy”.

El caso del colegio de Alcorcón

Acompañar, estudiar, discernir e integrar. Lo que haría Jesús hoy, ¿es lo que ha hecho el director del Colegio Juan Pablo II de Alcorcón al enviar una carta a los padres de los alumnos comparando el terrorismo con la ideología de género?

Carmen Sánchez Maíllo, secretaria académica del Instituto de Estudios de la Familia de la Universidad San Pablo CEU, explica que “hay que respetar la libertad de expresión, independientemente de que yo me hubiera expresado de otra manera. Otra cosa es la conveniencia o no de decir estas palabras, pero es el director de un colegio con un ideario, recogido en la libertad de enseñanza que está constitucionalmente reconocida. Tiene una libertad religiosa, educativa y de conciencia que quiere mostrar a los padres”.

En esta misma línea, Diego Neria, al ser preguntado sobre si tiene miedo a que se le acuse de promover la ideología de género, es tajante: “No lo voy a hacer en absoluto, yo lo que voy a promover es que haya tolerancia y respeto, porque aquí cabemos todos mientras nos respetemos los unos a los otros”.

Lo dice alguien que se cataloga como “un católico más”: “Tengo una vida católica normal. Cuando me apetece y lo necesito rezo, cuando no, no, cuando tengo que ir a misa voy… Y me confieso y comulgo como cualquiera. Pero lo que trato, por evitar miradas, es de hacerlo en sitios pequeños, porque no hay necesidad de exponerse. Cuando volví de Roma tardé en ir, por no hacer un circo de esto”.

Neria anima a cualquier persona en su situación que no encuentre el apoyo de su obispo a “salir adelante con o sin su ayuda”. Asimismo, añade: “Son miles las personas que contactan conmigo que están deseando acercarse a la Iglesia, pero no se atreven porque hay personas que los marginan, los tachan de pecadores, de enfermos mentales. Ellos le hacen un flaco favor a la Iglesia que es la verdadera, la que se llama Bergoglio, Padre Ángel o cualquier misionero que esté al pie del cañón”.

Comillas acoge unas jornadas sobre disforia de género

La Universidad Pontificia Comillas acogió el 6 de octubre la jornada La construcción de la identidad de género. Menores y disforia de género. “Las respuestas que se han dado parten de la necesidad de atención y respeto a la persona, de la exigencia a todos los que participan en el entorno del niño de remover los obstáculos que permiten un desarrollo personal adecuado”, explica Isabel Lázaro, miembro de la Cátedra Santander de Derecho y Menores.

La universidad ha querido contar con todos los puntos de vista para el debate; por eso también acuden como ponentes varios representantes del Programa LGTBI de la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid, responsables de la criticada, por algunos obispos, Ley LGTBI.

Existen en España 700 menores con disforia de género, por lo que “resulta necesaria una labor pedagógica con la sociedad, normalizando la transexualidad, aceptando a las personas como son y haciendo más fácil su vida”, comenta Lázaro. La Iglesia tiene pendiente dar respuesta a estos niños con disforia, una tendencia que no se adquiere sino con la que se nace.

Publicado en el número 3.006 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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