El Papa en Amatrice: una visita solo para estar “cerca de la gente”

papa Francisco visita Amatrice 4 octubre 2016 localidad italiana devastada por un terremoto 24 agosto 2016

Por sorpresa, Francisco se acerca a la zona devastada por el terremoto en agosto

papa Francisco visita Amatrice 4 octubre 2016 localidad italiana devastada por un terremoto 24 agosto 2016

DARÍO MENOR (ROMA) | Un anciano solo vestido de blanco que reza en medio de un panorama cargado de dolor. Jorge Mario Bergoglio propició el 4 de octubre esta imagen, durante la visita que realizó a Amatrice, la localidad más golpeada por el terremoto que el 24 de agosto sacudió el centro de Italia y dejó 297 muertos. Una instantánea que recuerda a estampas recientes, como en Auschwitz o ante el muro que separa México de Estados Unidos.

El Papa llegó a la ‘zona cero’ por sorpresa, con un séquito reducido y sin avisar a la prensa, pues quería presentarse “solo, como sacerdote, como obispo, como Papa, pero solo”. Deseaba estar “cerca de la gente” y “no molestar” a los damnificados con la legión de prelados, funcionarios y periodistas que suelen acompañarle, según comentó dos días antes durante el vuelo a Roma tras su peregrinación por Georgia y Azerbaiyán. Eligió Bergoglio una fecha significativa: la festividad de san Francisco de Asís, el santo en quien se inspiró para elegir su nombre como pontífice.

El Papa comenzó su visita privada en la escuela, una instalación provisional acondicionada a toda prisa, pues el colegio quedó destrozado por el seísmo. Saludó a chavales y profesores antes de hablar con algunos supervivientes, entre ellos, un hombre de mediana edad que no pudo reprimir las lágrimas cuando le contó a Bergoglio que había perdido a su mujer y a sus dos hijos.

“Desde el primer momento, sentí la necesidad de estar aquí. De mostrar mi cercanía y de rezar por vosotros. Esto es lo que os traigo”, les dijo el Papa a los damnificados, 3.500 de los cuales siguen recibiendo asistencia en los campamentos de Protección Civil. “No he venido antes para no crear problemas debido a vuestra situación. No quería molestar”.

Acompañado por Domenico Pompili, obispo de Rieti, diócesis a la que pertenece Amatrice, el Papa se dirigió luego al casco antiguo de la localidad, la zona más afectada por el seísmo. Bergoglio escuchó a los bomberos y luego rezó solo unos instantes ante la devastación que se abría frente a él. Visitó más tarde las otras localidades que sufrieron el temblor: Arquata, Accumuli y Pescara del Tronto. Durante su estancia en la zona se registró una réplica de 3,6 grados de magnitud.

Publicado en el número 3.006 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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