Cuenta atrás en Colombia tras el triunfo del ‘no’ en las urnas

Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, vota SI a favor del acuerdo Gobierno-FARC en el plebiscito 2 octubre 2016

La Iglesia invita a aprovechar este hecho para trabajar unidos

Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, vota SI a favor del acuerdo Gobierno-FARC en el plebiscito 2 octubre 2016

El presidente Santos en el momento de depositar su voto

MIGUEL ESTUPIÑÁN | Los acuerdos firmados el 26 de septiembre por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, y por el comandante de las FARC, Rodrigo Londoño (Timochenko), con los que el Gobierno y la guerrilla han buscado poner fin a un conflicto armado de varias décadas, recibieron una oposición mayoritaria en el plebiscito del pasado 2 de octubre. El resultado de la consulta popular, en la que solo un 37,43% de las personas habilitadas para votar ejercieron su derecho constitucional y la abstención superó el 62%, enfrenta al proceso de paz a un nuevo panorama.

Después del plebiscito, en horas de la noche, Santos manifestó que seguirá buscando la paz hasta el último instante de su gobierno. De igual manera, expresó su deseo de convocar a todas las fuerzas políticas, en particular a las que se manifestaron por el ‘no’ en la consulta (algo más de 50.000 votos que los partidarios del ‘sí’) para escucharlas, abrir espacios de diálogo y determinar el camino a seguir. Londoño, por su parte, señaló que las FARC mantienen su voluntad de paz y reiteran su disposición a usar solo la palabra como arma de construcción hacia el futuro.

Y el expresidente Álvaro Uribe, senador de la República y cabeza del Centro Democrático, partido opositor y principal promotor del ‘no’, declaró el interés de contribuir a un acuerdo nacional. No dejó de lado, sin embargo, su llamamiento a hacer correcciones a lo pactado, para que –a su entender– haya respeto a la Constitución, justicia, pluralismo y política social. Asimismo, pidió a Santos y al Congreso un alivio judicial para las fuerzas armadas y la policía, y reiteró la necesidad de estimular los valores de la familia, en alusión a reclamos apologéticos de ciertos sectores religiosos afines a sus planteamientos.

Reacciones eclesiales

Entre las diversas reacciones producidas dentro del ámbito eclesial, Omar Sánchez, obispo de Tibú –población situada en el departamento de Norte de Santander, una de las regiones que más ha sufrido los impactos de la guerra–, manifestó a La Opinión, de Cúcuta, que con los resultados del plebiscito Colombia queda en vilo y en una situación compleja, al tiempo que cuestionó el alto índice de abstención.

Mientras, el arzobispo de Cali, Darío de Jesús Monsalve, quien se postuló abiertamente a favor del ‘sí’, declaró a Contagio Radio que los que votaron ‘no’ tienen que mostrarle a Colombia cómo quieren ayudar a construir la paz. Y añadió que todos los colombianos tienen la oportunidad y la obligación de trabajar unidos, por encima de los intereses propios.

En representación de la Conferencia Episcopal –que evitó inclinarse colegialmente por una u otra posición–, su presidente y arzobispo de Tunja, Luis Augusto Castro, invitó a hacer del momento actual una ocasión para trabajar por la reconciliación: “Solo podremos construir esta paz que anhelamos –dijo– si superamos la polarización y las divisiones para unirnos en torno a un ideal común”.

Diálogo Intereclesial por la Paz, una plataforma ecuménica de Iglesias y organizaciones de fe, pidió ver la coyuntura presente como una posibilidad para que la guerrilla del ELN también se incorpore a un eventual pacto nacional.

Al cierre de esta edición, el presidente Santos informaba al país acerca de sus reuniones en la tarde del 4 de octubre con el consejo gremial y con pastores evangélicos en desacuerdo con el contenido de lo pactado. Arrancaba el diálogo nacional y en las redes sociales grupos políticos y religiosos pedían formar parte de él. Corre el tiempo. El 31 de octubre finalizará el cese bilateral con las FARC decretado por el mandatario.

Publicado en el número 3.006 de Vida Nueva. Ver sumario

 


LEA TAMBIÉN:

Compartir