¿Hay una “guerra mundial contra el matrimonio”? Francisco habla de divorcio, homosexuales e ideología de género

papa Francisco y Greg Burke, director de la Sala de Prensa vaticana, en la rueda de prensa en el avión papal de Azerbaiyán a Roma 2 octubre 2016

“Existen el pecado y la ruptura, pero también la misericordia, la redención y la cura”

papa Francisco y Greg Burke, director de la Sala de Prensa vaticana, en la rueda de prensa en el avión papal de Azerbaiyán a Roma 2 octubre 2016

El Papa junto a Greg Burke, durante la rueda de prensa en el avión, de vuelta de Georgia y Azerbaiyán

M. GÓMEZ | Durante su visita a Georgia y Azerbaiyán el primer fin de semana de octubre, en el encuentro con sacerdotes, religiosos y agentes de pastoral de Georgia, el papa Francisco describió el matrimonio como “la cosa más bella que Dios ha creado” y alertó contra “un gran enemigo” de dicha institución: “La ideología de género. Hoy hay una guerra mundial para destruir el matrimonio, pero no con armas, sino con ideas. Hay una colonización ideológica que destruye”. También habló del divorcio, lamentando que “cuando se separa lo que es una sola carne se ensucia la imagen de Dios”. Las palabras del Papa sonaron con dureza, y durante el vuelo de vuelta hacia Roma, dos periodistas que viajaban en el avión papal le preguntaron sobre el divorcio, la ideología de género, la homosexualidad y sobre Amoris laetitia. Y Francisco contestó.

El matrimonio es unión de hombre y mujer

“Todo lo que dije ayer, con otras palabras –porque ayer hablé improvisadamente–, está en Amoris laetitia. Todo. Cuando se habla de matrimonio como unión del hombre y de la mujer, como lo ha hecho Dios a imagen de Dios es hombre y mujer. La imagen de Dios no es el hombre, es el hombre con la mujer, juntos, que son una sola carne cuando se unen en matrimonio, esta es la verdad”.

En las situaciones de dolor como los divorcios, misericordia

“Cuando se destruye esto, se ensucia o se desfigura la imagen de Dios”, siguió el Papa, repitiendo esta consecuencia de un divorcio. Y es en estos casos, dijo, donde entra la exhortación postsinodal: Amoris laetitia habla de cómo tratar estos casos, cómo tratar a las familias heridas, y ahí entra la misericordia. (…) La debilidad humana existe, el pecado existe… Pero la última palabra no la tienen la debilidad ni el pecado. La última palabra es la misericordia”.

Cómo debe resolver la Iglesia los problemas de las familias

“En Amoris laetitia se habla del matrimonio, del fundamento del matrimonio; luego vienen los problemas, cómo prepararse para el matrimonio, cómo educar a los hijos (…). En el capítulo 8 [se habla de] cuando vienen los problemas y cómo se resuelven. Se resuelven con cuatro criterios: acoger a las familias heridas, acompañarlas, discernir cada caso e integrarlas, rehacer; eso sería colaborar en esta recreación maravillosa que ha hecho el Señor con la redención”.

El núcleo de ‘Amoris laetitia’ es el amor

“En Amoris laetitia todos van al capítulo 8 [Acompañar, discernir e integrar la fragilidad]. No, no. Se debe leer desde el comienzo hasta el final, y cuál es el centro. Para mí, el centro, el núcleo de Amoris laetitia es el capítulo 4 [El amor en el matrimonio]: sirve para toda la vida. Pero debe leerse entera y releerla entera y discutirla entera. Es todo un conjunto. Existe el pecado, existe la ruptura, pero existe también la misericordia, la redención y la cura. Me estoy explicando bien sobre esto, ¿no?”.

Acompañar a homosexuales como Jesús

“Antes de nada: yo he acompañado en mi vida como sacerdote, obispo y también como papa, a personas con tendencias homosexuales y también con prácticas homosexuales. Les he acompañado, les he acercado al Señor; algunos no podían, pero yo he acompañado y nunca he abandonado a nadie, esto que quede claro. Las personas deben ser acompañadas como las acompaña Jesús. Cuando una persona que tiene esta condición llega hasta Jesús, Jesús seguramente no le dirá: ‘Vete, porque eres homosexual’. No”.

La colonización ideológica en la escuela

“De lo que yo he hablado es de esa maldad que hoy se hace en el adoctrinamiento de la ideología de género. Me contaba un papá francés que en la mesa hablaba con sus hijos y su esposa, católicos no muy comprometidos pero católicos. Y le preguntaba al niño de 10 años: ‘¿Tú qué quieres ser cuando seas mayor?’. ‘Una muchacha’. El papá recordó que el libro del colegio enseñaba la ideología de género, y esto va contra las cosas naturales. Una cosa es que una persona tenga esta tendencia, esta opción, e incluso que cambie de sexo. Y otra cosa es enseñar en la escuela en esta línea para cambiar la mentalidad. A esto le llamo yo colonización ideológica”.

El caso del transexual español

“El año pasado, recibí una carta de un español que me contaba su historia. Era una niña, una muchacha. Había sufrido mucho porque él se sentía muchacho, pero era físicamente una muchacha. Y se lo dijo a su madre a los 20 o 22 años y le dijo que quería operarse, y su madre le pidió por favor que no lo hiciera mientras ella estuviera viva. La anciana murió y él se hizo la intervención. Él es un empleado de un ministerio de una ciudad de España y fue a ver al obispo, que lo acompañó mucho; un buen obispo que gastaba tiempo para acompañar a este hombre. Luego se casó, cambió su identidad civil y me escribió una carta; para él era un consuelo venir con su esposa. Él, que era ella, que es él. Y los recibí. Estaban contentos. En el barrio donde él vivía, había un viejo sacerdote de unos 80 años que había dejado la parroquia pero ayudaba allí a las religiosas. Cuando el nuevo párroco le veía, le gritaba desde la acera: ‘¡Irás al infierno!’; cuando se encontraba con el viejo, este le preguntaba: ‘¿Hace cuánto que no te confiesas? Vamos, que te confieso para que puedas recibir la comunión’. ¿Habéis entendido?”.

Discernir cada caso

“La vida es la vida, y las cosas se deben tomar como vienen. El pecado es pecado, y las tendencias o el desequilibrio hormonal, por decirlo así, tienen o provocan tantos problemas… Debemos estar atentos, no decir a todos lo mismo. No. Esto no. Cada caso se debe acoger, acompañar, estudiar, discernir e integrar. Esto es lo que haría Jesús hoy”.

Ante un problema moral, corazón abierto

“Por favor, no digan ‘El Papa santificará a los transexuales’. Por favor, ¿eh?, porque ya veo los titulares de los diarios… No, no. Si hay alguna duda en lo que he dicho, quiero ser claro: es un problema de moral, es un problema humano y se debe resolver como se puede, siempre con la misericordia de Dios, con la verdad; como hemos hablado en el caso del matrimonio, leyendo Amoris laetitia entera. Siempre así, con el corazón abierto”.

Con información de Aciprensa

 


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