Memoria 2015 de Cáritas: la situación de los pobres es de “extrema vulnerabilidad”

A pesar de la mejoría económica, la entidad eclesial registra un “incremento constante” de familias afectadas

economato de Cáritas voluntarios repartiendo comida a solicitantes

JOSÉ LORENZO | Las condiciones de vida de los más de cuatro millones de personas que atendió Cáritas (dos millones en España) “siguen siendo de extrema vulnerabilidad, aunque se está constatando una estabilización del proceso iniciado entre 2013 y 2014”, según refleja su Memoria 2015, presentada el 27 de septiembre en Madrid. “Hay algún síntoma de mejoría en el entorno social, pero es una mejoría frágil y superficial que no permite lanzar las campanas al vuelo. Quien sufre la exclusión, lo hace de forma más intensa”, afirmó el secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, en la rueda de prensa, en la que estuvo acompañado por el presidente de la institución, Rafael del Río, y del obispo responsable de la misma en la Conferencia Episcopal, Atilano Rodríguez.

Esa mejoría, que se traduce por ejemplo en que Cáritas ha atendido a 200.000 personas menos el año pasado, la evidencia que el número de hogares sin ingresos se ha situado por primera vez desde 2013 por debajo de los 700.000 (693.000). Igual tendencia hay en los hogares con todos su miembros en paro, que se ha reducido del 10% al 8%, así como en la bajada de los índices de paro, salvo en el de larga duración, “que apunta hacia su cronificación”.

Pero a pesar de estos síntomas, “Cáritas no constata una mejoría en la situación de estas personas a las que atiende, sino más bien al contrario. De hecho, durante el último año se ha seguido intensificando la gravedad de las situaciones de las familias y personas acompañadas”. Así, según Cáritas, se registra un “incremento constante” de las familias especialmente vulnerables, destacando el aumento de las personas solas (un 50% desde 2011, un 6% solo en el último año) y el de las familias monoparentales, que han aumentado un 90% desde 2011 y un 5% solo en el último año). Asimismo, las familias con hijos a cargo acompañadas por Cáritas “han vuelto a subir en el último año y son el 42% del total”, según la Memoria.

Aumento de las ayudas

“La gravedad de las situaciones de las familias y personas acompañadas” ha obligado a Cáritas a incrementar su ayuda “para tratar de compensar la precariedad de sus condiciones de vida”, lo que le ha llevado a invertir “la cifra récord” de 328,6 millones.

“Las personas a las que no les llega esa mejoría empeoran mucho, de ahí que vayamos a una dualización y fractura de la sociedad”, denunció Mora. Fenómeno al que se añade el de la “invisibilización de grandes colectivos”. “¿Quién se acuerda de la situación que están viviendo los temporeros? ¿Y de las mujeres víctimas de la trata? ¿Y de los inmigrantes que hace dos años estaban trabajando y que se han quedado en paro, sin permiso de residencia, fuera de los circuitos?”, se preguntó el secretario general.

Por ello, acabó haciendo un llamamiento “a no olvidar a los que no aparecen en la foto, a los excluidos, a los pobres, a los descartados, a los expulsados del bienestar. Ellos deberían estar en el corazón de cualquier Gobierno, de la Iglesia, de la sociedad…”.

Excluidos de los pactos políticos

La incertidumbre derivada de la situación política afecta también a la estabilidad económica y tiene sus efectos en las personas más vulnerables. “La falta de un Gobierno que legisle es clave para los más frágiles”, afirmó Sebastián Mora. “En Cáritas –añadió– estamos viviendo con mucho dolor el que en casi todos los pactos y negociaciones que han mantenido los partidos, las personas empobrecidas hayan estado al margen de sus discursos. Por eso, apostamos por el diálogo y el bien común, y este comienza por el bien de los más pobres”.

Publicado en el número 3.005 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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