Weiwei y Cervantes, presos en la catedral de Cuenca

Una novedosa exposición reflexiona sobre ‘La poética de la libertad’

La poética de la libertad, exposición en la Catedral de Cuenca 2016

En la exposición se muestra el cautiverio sufrido por el artista disidente chino Ai Weiwei

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | ‘La poética de la libertad’ es una apuesta extraordinaria de la catedral de Cuenca. Una gran exposición que ha tenido una acogida “incuestionable e innegable”, según Miguel Ángel Albares, director de la catedral y uno de los principales impulsores de este ambicioso proyecto, inaugurado el 26 de julio. Y la previsión para septiembre y octubre –se clausurará el 6 de noviembre– es aún mayor que la extraordinaria afluencia de agosto: 15.500 visitas.

“Ha sido una acogida espectacular. La exposición ha puesto a Cuenca en el ámbito cultural internacional, gracias a la repercusión en medios internacionales como The New York Times, explica Albares a Vida Nueva, que ejerce también de capellán mayor catedralicio. Cuenca obtiene así una proyección envidiable frente a otras catedrales que han conmemorado el IV centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, gracias, sobre todo, a la presencia de la obra del prestigioso y reconocido artista disidente chino Ai Weiwei, “clave y corazón de esta exposición”, como lo define Albares. “Lo acertado y lo que más fuerza comunicativa, a mi modo de ver, está teniendo es el concepto. ¡En este centenario de Cervantes, y junto a una catedral, con lo que supone, meter la fuerza arrolladora de un hombre como Weiwei!”.

Ese “concepto” no dejaba de ser arriesgado, pues no tenía precedentes: transformar la catedral de Santa María y San Julián en un magno escenario de vanguardia y de reflexión. “Una catedral, que siempre se asocia a lo vetusto, a lo rancio, a puertas cerradas –reflexiona el capellán mayor–, emerge con otro talante y se atreve con el arte de vanguardia, tan novedoso y tan chocante como el de Ai Weiwei. Y a la vez tan simbólico, como el arte de los informalistas, con Torner, con Zóbel, con Canogar, con Feito, con Saura”.

No es acoger por acoger la vanguardia. Tiene su significado evangélico también, como insiste Albares: “Esa idea del Atrio de los Gentiles es la que también hemos querido retomar abriendo el espacio sagrado de una catedral donde se siguen celebrando sacramentos, donde todas las mañanas se celebra la misa capitular, donde hay bodas y bautizos. Un espacio donde creyentes y no creyentes se sientan bien y, juntos, reflexionen y se pregunten cosas”.

Publicado en el nº 3.002 de Vida Nueva. Ver sumario

 


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