‘Pastel de pera con lavanda’

fotograma de la película Pastel de pera con lavanda

fotograma de la película Pastel de pera con lavanda

J. L. CELADA | Licor de pera, mermelada de pera, Pastel de pera con lavanda… Esta exótica receta de repostería no solo es uno de los productos que elabora y vende en el mercado local una joven viuda de la Provenza para sacar adelante a su familia, sino que bautiza –en castellano– el último trabajo de Éric Besnard: Le goût des merveilles (algo así como “El sabor de las maravillas”), título mucho más acorde con la experiencia humana y sensorial que nos narra el director y guionista galo. Aunque cabe advertir también que, lejos de lo que pudiera sugerir esta relamida traducción o los idílicos paisajes donde se desarrollan los hechos, en el campo no todo es luz y color.

Bien lo sabe nuestra protagonista (la belga Virginie Efira, con su serena belleza), obligada a batallar con los frutales y las deudas de su finca mientras cuida de un hijo pequeño y una hija adolescente. Apenas iniciada la proyección, sin embargo, el choque fortuito con un desconocido (Benjamin Lavernhe, valor en alza de la comedia francesa, metido en la piel de un Asperger) propicia el encuentro entre dos seres extraviados por razones muy distintas. Un maniático del orden, de los pronósticos meteorológicos y de los números primos que irrumpe en la vida de esta granjera en crisis, redefiniendo las necesidades de ambos (¿quién necesita más a quién?)… y de los responsables sanitarios encargados de evaluar la evolución y tratamiento de su síndrome, para certificar hasta qué punto es plenamente consciente y responsable de sus actos.

En perfecta comunión con la naturaleza, la cámara de Besnard asalta las nubes, baja a los campos de cereal y lavanda o acaricia los árboles –de sus raíces a sus flores–, al tiempo que nos va descubriendo el doloroso contraste entre una sociedad hipócrita y excluyente, y ese tipo tan distinto al resto: honesto, fiel y leal, por más que admita que nadie confía en él porque dice la verdad.

Será su sinceridad, justamente, la que proporcione a la cinta agradables chispazos de humor. No los únicos, porque su prodigiosa memoria y las situaciones que provocan sus dudosas aptitudes para la convivencia tampoco desaprovechan la ocasión de robarle una sonrisa al espectador.

Pero no todo es comedia en este Pastel de pera con lavanda. Bajo el manto multicolor de sus imágenes y sus evocadoras fragancias, que invitan a tocar la tierra con las manos, late el drama personal de dos almas generosas que luchan por sobreponerse a prejuicios y tópicos. Los mismos que contrarresta esta película –en otras cinematografías, carne de cañón de la sensiblería– a base de contención, delicadeza y autenticidad. Que esté “basada en un cuento de hadas real”, como reza a modo de epílogo sobre un fundido a negro, parece la explicación más razonable al buen rato que hemos compartido con sus personajes.

FICHA TÉCNICA

Título original: Le goût des merveilles

Guión y dirección: Éric Besnard.

Fotografía: Philippe Gilbert.

Música: Christophe Julien.

Producción: Patrice Ledoux, Michel Seydoux.

Intérpretes: Virginie Efira, Benjamin Lavernhe, Lucie Fagedet, Léo Lorleach, Hervé Pierre, Hiam Abbass.

Publicado en el nº 3.001 de Vida Nueva. Ver el sumario

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