Orani João Tempesta: “Con los Juegos Olímpicos en Brasil queremos favorecer la cultura del encuentro”

Orani Joao Tempesta, cardenal arzobispo de Río de Janeiro, Brasil

Entrevista con el cardenal arzobispo de Río de Janeiro

Orani Joao Tempesta, cardenal arzobispo de Río de Janeiro, Brasil

ÓSCAR ELIZALDE PRADA (RÍO DE JANEIRO) | “La Iglesia de Río de Janeiro se ha preparado para acompañar los Juegos Olímpicos y Paralímpicos que acontecen, por primera vez, en Sudamérica”. Así lo asegura su arzobispo, el cardenal Orani João Tempesta, consultado por Vida Nueva sobre las implicaciones sociales, ambientales y pastorales de uno de los más importantes eventos deportivos del mundo.

PREGUNTA.- El pueblo carioca ya acogió la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) y el Mundial de Fútbol. ¿Cuáles son los desafíos de estos Juegos frente a la actual situación del país?

RESPUESTA.- Está claro que tanto la JMJ de 2013 como el Mundial de Fútbol de 2014 fueron eventos diferentes y en épocas distintas. El mundo se ha transformado, y también Brasil, con su crisis, ha cambiado mucho últimamente. Sin embargo, aquello que veíamos en la JMJ, la belleza, la acogida de los jóvenes y los valores que transmitieron, permanece aún en el corazón de los cariocas. El Mundial se realizó en varias capitales de Brasil, por lo tanto su impacto fue, de alguna manera, menor en lo que compete a la ciudad de Río de Janeiro, que ya ha demostrado su capacidad para llevar adelante estos grandes eventos, a pesar de todas las dificultades. Yo creo que los desafíos de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos tienen que ver con los cambios de la sociedad a nivel mundial, con relación a toda la preocupación que suscita la violencia, a lo que se suma la problemática de la economía en Brasil. Pero creo que los Juegos se desarrollarán de una forma tranquila, dado que, además de la seguridad reforzada, los convenios con el sector privado han ayudado a que todos los espacios estén listos para un buen espectáculo.

P.- ¿Qué representan los Juegos para la Iglesia de Río?

R.- Tenemos varios trabajos conjuntos con entidades internacionales para fortalecer e incrementar nuestras obras sociales con niños, adolescentes, jóvenes y adultos, particularmente en este tiempo que ha dado lugar a tanta movilidad en la ciudad. Estos trabajos se mantendrán incluso después de los Juegos. Por otra parte, tenemos la iniciativa de los “100 días de paz”, que comenzaron 50 días antes de los Juegos Olímpicos y que terminarán 50 días después de los Paralímpicos. De este modo, hemos propuesto una “tregua olímpica” a favor de la paz, que forma parte de la cultura de las olimpiadas y busca aprovechar este momento deportivo para que podamos vivir en paz y construir una cultura de paz. Estos eventos son una oportunidad para la Archidiócesis, que ha querido movilizarse por toda la ciudad respondiendo a las palabras del papa Francisco sobre la “cultura del encuentro”.

 

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