Los escolapios ponen coto a los abusos

Un religioso es apartado tras la denuncia de tres familias en Cataluña

sesión plenaria en el Ayuntamiento de Madrid presidido por alcaldesa Manuela Carmena

Una sesión plenaria en el Ayuntamiento de Madrid

JORDI LLISTERRI (BARCELONA) | “Constatemos que no se ha actuado de manera adecuada”. Esto reconocía en una nota el actual equipo provincial de la Escuela Pía en Cataluña tras publicarse la denuncia de un caso de abusos ocurrido en 2010. Tres familias han presentado ahora una denuncia contra un escolapio por presuntos tocamientos a tres niñas. Los hechos se produjeron en la parroquia de Alella, en la Archidiócesis de Barcelona, en la que colaboraba este escolapio. Las familias le acusan de haber manoseado a las niñas en distintos momentos.

En 2010 las familias denunciaron los hechos al rector de la parroquia y al arzobispado. El escolapio fue apartado y, después de un proceso canónico, el cardenal Lluís Martínez Sistach firmó el decreto en el que apartaba al religioso y le prohibía cualquier actividad con menores.

Esta resolución se comunicó a los escolapios y a la Santa Sede y las familias se dieron por satisfechas. Según el arzobispado, aunque se facilitó presentar una denuncia ante la justicia civil, las familias prefirieron no hacerlo. Pero las cosas cambiaron hace unas semanas cuando las familias descubrieron que el religioso colabora en la catequesis de la Escuela Pía de Balaguer, cerca de Lleida. Esto les impulsó a denunciar.

Ante la noticia, los escolapios, el Arzobispado de Barcelona y el Obispado de Urgell publicaron un comunicado poniéndose a disposición de las familias y de la Justicia. En el caso de Urgell, al que pertenece la población de Balaguer, desconocían la actividad pastoral del religioso y su situación, ya que se circunscribía a la escuela de la orden. La Escuela Pía explica que el religioso colaboraba como coordinador de los padres que imparten la catequesis dentro de la escuela, responsabilidad de la que ahora también ha sido apartado. Pero aseguran que ni el actual equipo provincial –renovado el año pasado– ni la dirección de la escuela tenían conocimiento de la situación del religioso.

En el nº 2.999 de Vida Nueva

 

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