Francisco vuelve a cargar en contra de la “cultura del descarte” en su visita al Hospital Universitario Infantil de Cracovia

visita al Hospital Universitario Infantil (UHC) de Cracovia

“Las víctimas son las personas más débiles y más frágiles, esto es una crueldad”, ha clamado el Papa

visita al Hospital Universitario Infantil (UHC) de Cracovia

Francisco bendice a una niña en el Hospital Universitario Infantil de Cracovia mientras ella le entrega un dibujo de regalo

MARÍA PÉREZ | Son muchas y muy bellas las imágenes que está dejando la estancia del papa Francisco en Cracovia para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud. Si su visita a los campos de concentración de Auschwitz y Birkenau en la mañana de hoy, viernes 29 de julio, ha sacudido al mundo entero; el tiempo que ha pasado durante la tarde en el Hospital Universitario Infantil (UHC) de Cracovia ha mostrado el rostro más tierno del Papa, que ha querido saludar y bendecir personalmente a los niños y conocer a sus familiares.

“No podía faltar, en esta mi visita a Cracovia, el encuentro con los pequeños ingresados en este hospital”, ha comenzado diciendo el Papa, visiblemente emocionado –y algo cansado–. “Me gustaría poder estar un poco cerca de cada niño enfermo, junto a su cama, abrazarlos uno a uno, escuchar por un momento a cada uno de vosotros y juntos guardar silencio ante las preguntas para las que no existen respuestas inmediatas. Y rezar”.

De nuevo, Francisco ha vuelto a denunciar las injusticias que encierra la “cultura del descarte, que es lo contrario de la cultura de la acogida”: “Las víctimas de la cultura del descarte son precisamente las personas más débiles, más frágiles; esto es una crueldad. Sin embargo es hermoso ver que, en este hospital, los más pequeños y necesitados son acogidos y cuidados. Gracias por este signo de amor que nos ofrecéis”.

visita al Hospital Universitario Infantil (UHC) de Cracovia

La primera ministra polaca, Beata Szydlo junto al papa Francisco durante su visita al Hospital Universitario Infantil (UHC) de Cracovia

Gratitud hacia las familias y los médicos

Rodeado por los niños enfermos y sus familiares, Jorge Mario Bergoglio ha querido mostrar su cercanía para con “las familias se encuentran solas para hacerse cargo de ellos”. “¿Qué hacer? –ha planteado el Papa–. Desde este lugar, donde se ve el amor concreto, diría: multipliquemos las obras de la cultura de la acogida, obras animadas por el amor cristiano, el amor a Jesús crucificado, a la carne de Cristo. Servir con amor y ternura a las personas que necesitan ayuda nos hace crecer a todos en humanidad; y nos abre el camino a la vida eterna: quien practica las obras de misericordia, no tiene miedo de la muerte”.

Además, ha agradecido su labor a todos aquellos que “han hecho de la invitación evangélica a ‘visitar a los enfermos’ una opción personal de vida: médicos, enfermeros, todos los trabajadores de la salud, así como los capellanes y voluntarios”.

Francisco ha querido finalizar sus palabras dando las gracias al Hospital Universitario Infantil (UHC) de Cracovia por el encuentro: “Os llevo conmigo en el afecto y la oración. Y también vosotros, por favor, no os olvidéis de rezar por mí”. Tras ello, se ha acercado personalmente a los niños enfermemos y a sus familias para darles la bendición, recoger varios dibujos que han preparado a modo de regalo, y sobre todo, secar las lágrimas de muchos padres y madres que han sentido la visita de Francisco como un verdadero momento de aliento y consolación.

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