Tras el asesinato del P. Hamel: “La Iglesia no tiene más armas que la oración y la fraternidad”

imagen de archivo de Jaques Hamel, sacerdote asesinado en Rouen 26 julio 2016

La Iglesia universal reacciona con estupor al ataque durante una misa en Rouen (Normandía)

imagen de archivo de Jaques Hamel, sacerdote asesinado en Rouen 26 julio 2016

Imagen de archivo del sacerdote Jaques Hamel

JOSÉ LUIS CELADA/MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | La sociedad francesa se despertó conmocionada ayer martes 26 de julio, cuando se conoció que dos terroristas habían asaltado una iglesia en Saint-Étienne-du-Rouvray, en Rouen (Normandía), asesinando al sacerdote celebrante, Jaques Hamel, de 86 años de edad y quien, ya jubilado, ayudaba al párroco. “El ISIS nos ha declarado la guerra y debemos librarla –enunció el presidente de la República, François Hollande con solemnidad–. Nosotros somos una democracia y hoy, después de la muerte de este sacerdote, tengo un recuerdo y doy todo mi apoyo a los católicos de Francia. Debemos estar juntos. Los católicos han sido golpeados, pero todos los franceses nos sentimos consternados. Debemos estar juntos”.

Desde Cracovia, donde acompañaba a los jóvenes de la diócesis en la JMJ, el arzobispo de Rouen, Dominique Lebrun, elevó su “grito a Dios, junto a todos los hombres de buena voluntad”, invitando a los no creyentes a “unirse a este grito”. El prelado, que anunciaba que estaría de vuelta de Polonia ayer mismo, para estar con las familias y una comunidad parroquial “muy afectada”, también fue recibido en el Elíseo por Hollande.

“La Iglesia católica –escribía el prelado en un comunicado difundido tras conocerse la noticia– no puede empuñar otras armas que la oración y la fraternidad entre los hombres. Dejo aquí [en Polonia] a cientos de jóvenes que son el futuro de la humanidad, la verdadera. Les pido no bajar los brazos ante las violencias y convertirse en apóstoles de la civilización del amor”.

altar improvisado en la localidad de Rouen donde fue asesinado el cura Jaques Hamel en un ataque del ISIS 26 julio 2016

Altar improvisado en memoria del P. Hamel, en la localidad de Rouen

Los obispos franceses, conmocionados

La triste noticia cogió por sorpresa a los obispos franceses, encontrándose la mayoría en Polonia, donde participan junto a los jóvenes de sus diócesis en la JMJ. “Es verdaderamente una locura mortal inaceptable”, declaró a Radio Vaticano, desde Cracovia, el obispo de Pontoise, Stanislas Lalanne. “Me cuesta encontrar las palabras”, añadía, en declaraciones reproducidas por La Croix. “Golpeado por la emoción”, sacaba fuerzas para llamar a los cristianos a ser “artesanos de paz y de diálogo”. “Sin el diálogo, sin el respeto al otro, es absolutamente imposible una vida en común”, advertía el pastor, quien reconocía “una especie de contagio mortal de locura” en los recientes acontecimientos de Niza o Alemania.

También en Cracovia, Michel Dubost, obispo de Evry-Corbeil Essonnes, declaró al canal BFMTV que, en estos momentos, la clave es mantenerse unidos y no ceder ante el miedo: “La intención de los terroristas es sembrar el terror. No hay que ceder. No puede ocurrir que el terror nos venza”.

“En estas circunstancias –abundó–, lo único que podemos hacer es estar juntos y orar; por no ser también violentos, por la amistad, por el encuentro. El mundo que estamos tratando de construir aquí [por la JMJ de Polonia] es, precisamente, un mundo en el que se nos envía a encontrarnos con el otro y no a matarlo”.

Condena del papa Francisco

Desde el Vaticano, nada más confirmarse los hechos, llegó una comunicación oficial en boca del jesuita Federico Lombardi, aún director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede: “El Papa está informado y participa en el dolor y el horror de esta violencia absurda, con la condena más radical de todas las formas de odio y la oración por las personas afectadas. Estamos especialmente afectados porque esta horrible violencia ocurrió en una iglesia, un lugar sagrado donde se anuncia del amor de Dios”.

Posteriormente, llegó el mensaje oficial de Francisco a través de una carta de su secretario de Estado, Pietro Parolin, al arzobispo de Rouen: “Su Santidad le asegura su cercanía espiritual y se une con la oración al sufrimiento de las familias, así como al dolor de la parroquia y de la Diócesis de Rouen. Invoca a Dios, Padre de misericordia, para que acoja al padre Jacques Hamel en la paz de su luz y conforte a la persona herida. El Santo Padre está particularmente impresionado por este acto de violencia que ha tenido lugar en una iglesia, durante una misa, acción litúrgica que implora de Dios su paz para el mundo. Pide al Señor que inspire a todos pensamientos de reconciliación y de fraternidad en esta nueva prueba y que derrame sobre cada uno la abundancia de sus bendiciones”.

Reacción de la Iglesia española

La Iglesia española también quiso mostrarse al lado de la gala. Así, a través de las redes sociales, llegaron los primeros mensajes de condolencias. El portavoz y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo, mostró “nuestro dolor y condena por el ataque sufrido”, rezando “por el sacerdote asesinado, los heridos y por el fin de toda violencia”.

También en Twitter, el obispo de Ávila, Jesús García Burillo, escribió un mensaje dedicado a Jaques Hamel: “Bienaventurados cuando os injurien y os persigan por mi causa. Rezo por las víctimas de #Normandía y sus familias”. El prelado de Coria Cáceres, Francisco Cerro, mostró también su apoyo: “El odio y la violencia solo traen dolor. Oramos para que impere la paz y el perdón, frutos del amor en Cristo”.

 

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