Francisco saluda a los peregrinos de la JMJ, con los que celebrará el Jubileo de la Misericordia

papa Francisco reza el angelus desde la Plaza de San Pedro del Vaticano 24 julio 2016

En su último ángelus en el Vaticano antes de viajar a Polonia

papa Francisco reza el angelus desde la Plaza de San Pedro del Vaticano 24 julio 2016

Francisco durante el angelus de hoy domingo, desde la ventana de los apartamentos pontificios

M. GÓMEZ | Era el último rezo del ángelus desde la Plaza de San Pedro y el papa Francisco no podía dejar pasar la oportunidad sin dirigirse a los participantes de la próxima 31ª Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Cracovia la semana que viene, en el marco del Año Santo de la Misericordia. El Papa ha saludado a los peregrinos que se dirigen hacia Polonia y ha agradecido el trabajo de los que lo han estado preparando el acontecimiento. Y al resto pide que acompañen en la oración para la buena consecución del encuentro.

Después del rezo del ángelus, dedicado a glosar el evangelio del día –Lc 11,1-13, donde Jesús enseña sobre la oración–, Francisco hablaba a los cientos de personas congregadas en San Pedro, y explicaba: “Estos días, tantos jóvenes, de todas partes del mundo, se están dirigiendo hacia Cracovia, donde pronto tendrá lugar la 31ª Jornada Mundial de la Juventud. También yo partiré el próximo miércoles, para encontrarme con estos chicos y chicas y celebrar con ellos y para ellos el Jubileo de la Misericordia, con la intercesión de san Juan Pablo II. Os pido que nos acompañéis con la oración”.

De manera especial, el Pontífice ha recordado a los que no podrán estar físicamente en Cracovia, pero sí seguirán la JMJ a través de los medios de comunicación. “¡Estaremos todos unidos en la oración!”, añadía.

Solidaridad con Múnich y Kabul

Por otra parte, Francisco también ha aprovechado este momento para trasladar su solidaridad a las víctimas de los últimos ataques en Múnich –el viernes, con 9 muertos en un centro comercial, a manos de una sola persona– y en Kabul –ayer sábado, donde un atentado suicida causó 80 muertos y más de 200 heridos–.

“Estamos cercanos a los familiares de las víctimas y a los heridos. Os invito a uniros a mi oración, para que el Señor inspire a todos propósitos de bien y de fraternidad. Cuanto más insuperables parecen las dificultades y oscuras las perspectivas de seguridad y paz, más insistente debe nuestra oración”.

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