Turquía: del golpe de Estado a la purga

protesta contra el golpe de Estado fallido en Turquía 15 julio 2016

El presidente Erdogan encarcela a 7.500 personas y suspende a 30.000 funcionarios y 21.000 profesores

protesta contra el golpe de Estado fallido en Turquía 15 julio 2016

VIDA NUEVA | El 15 de julio, el caos se adueñaba del centro de Estambul. Mientras los tanques recorrían sus calles, cientos y cientos de simpatizantes del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, tomaban las principales plazas de la ciudad agitando banderas. Los enfrentamientos se sucedieron por todo el país y, durante algunas horas, se cernió la sombra del golpe de Estado, hasta que la situación pareció quedar controlada.

La asonada, sin embargo, dejaba más de 300 muertos y desencadenaría una purga entre militares, jueces y policías que ha acabado con más de 7.500 personas encarceladas, al menos 30.000 funcionarios públicos suspendidos y 21.000 profesores de instituciones privadas con la licencia revocada. Todo apunta, pues, a que el fallido levantamiento le ha servido al mandatario para afianzar su poder y recortar de nuevo libertades, hasta el punto de que se ha llegado a especular incluso con el restablecimiento de la pena de muerte.

Aprovechando el descontrol vivido, se produjeron sendos ataques a la parroquia católica de Santa María en Trebisonda –la misma en la que fue asesinado hace una década el sacerdote italiano Andrea Santoro– y a otra protestante en Malatya, durante manifestaciones a favor del presidente que fueron consideradas un “gesto de intimidación” por los misioneros presentes en el país, al tiempo que elevaban las alarmas en la Santa Sede.

Fuentes del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, por su parte, confirmaron a Fides que, durante la intentona golpista, Bartolomé I –de descanso en el extranjero– envió un mensaje a los clérigos y laicos que trabajan con él para indicarles los pasos a seguir. Según diversos analistas, para que el golpe fracasara, resultó decisivo el llamamiento de la Dirección Nacional de Asuntos Religiosos ordenando a los imanes de las mezquitas que, por los altavoces de los templos, declarasen su apoyo al Gobierno, un hecho sin precedentes en la historia reciente de Turquía.

En el nº 2.998 de Vida Nueva

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