Alma Mater Museum: el alma de Zaragoza

Alma Mater Museum de Zaragoza, Detalle de San Martín de Tours y Santa Tecla, 1458

El Arzobispado reconvierte el Museo Diocesano y lanza un ambicioso programa de integración cultural y social

Alma Mater Museum de Zaragoza, Representación del altar eucarístico del coro alto de la capilla de D. Hernando de Aragón, del s. XVI

Representación del altar eucarístico del coro alto de la capilla de D. Hernando de Aragón, del s. XVI

Alma Mater Museum: el alma de Zaragoza [extracto]

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | El Museo Diocesano de Zaragoza se reinventa y crece: es ya el Alma Mater Museum. “La Iglesia ha sido creadora de cultura y ha conseguido logros evidentes en la mejora de la vida del ser humano. Es tiempo de recuperar la memoria de los olvidados curas de pueblo que improvisaban escuelas para enseñar a leer y escribir, que ayudaban a mejorar la agricultura, que avanzaban en la búsqueda de nuevas semillas o nuevas formas de cultivar hasta el almendro. Pero también es momento de recordar a clérigos que trajeron la imprenta a España por Zaragoza, investigaron en la medicina, apostaron por el arte, hicieron canales para dar agua a ciudades, como el caso de Pignatelli, construyeron cosos taurinos para poder mantener la Misericordia, los hospicios y hospitales…”. Así explica su director, Domingo Buesa (Sabiñánigo, Huesca, 1952), el nuevo objetivo del renovado museo, tras cinco años desde su inauguración.

“De todo eso, que al final no es más que los rasgos de la identidad, en este caso aragonesa, queremos hablar en el Alma Mater –añade–, el espacio donde se custodia la memoria de la identidad de la comunidad y al que hay que acudir para apostar por nuevos pasos hacia el mañana”.

Alma Mater Museum de Zaragoza, Llanto ante el cuerpo yacente de Cristo, 1519

‘Llanto ante el cuerpo yacente de Cristo’ (1519)

Dicho de otro modo, el Alma Mater Museum es la cara más visible de un ambicioso proyecto de integración cultural y social bautizado conjuntamente como Alma Mater, y que el Arzobispado de Zaragoza pone en marcha “al servicio de la identidad, del territorio y de las gentes de Aragón”. Y que contiene varias líneas de trabajo, todas reunidas bajo ese Alma Mater que reivindica el ecónomo diocesano, Ernesto Meléndez: “Es una nueva marca, un nuevo concepto cultural. La expresión significa literalmente ‘madre nutricia’, el punto donde todo comienza, y la hemos adoptado para apostar por un proyecto integrador, que aúne elementos como identidad, tradición o futuro. Queremos, además, que nuestro museo sea inclusivo, y por eso, por ejemplo, vamos a realizar actividades de arteterapia con colectivos que lo necesitan. Para ello, vamos a colaborar con entidades como el Hospital San Juan de Dios o el Proyecto Hombre”. El objetivo es poner en marcha diferentes programas “alma mater”. Además del museo, ya se ha anunciado otros: Identidad, Música, Resiliarte, Patrimonio, Teatro o Tours.

De momento, el primer hito del nuevo discurso del Alma Mater Museum son dos exposiciones temporales que pueden ya visitarse en el antiguo Museo de Arte Diocesano de Zaragoza: Natalio Bayo, la mirada del pintor y El legado artístico del Real Seminario de San Carlos, con obras recuperadas del tesoro de esta institución, entre ellas una pintura recién atribuida a Francisco de Goya.

“Queremos apostar por que la Iglesia siga siendo instrumento de creación de belleza y que contribuya al avance de los nuevos lenguajes artísticos del tercer milenio. Por eso, consideramos que la puesta en marcha de este proyecto cultural debía contar con la presencia de un artista de primera fila, pero de nuestro momento”, apunta el director del museo, el historiador Buesa. Y, por supuesto, el pintor Natalio Bayo (Épila, Zaragoza, 1945) lo es, además de aragonés: “Hombre reconocido por toda la crítica nacional como un gran pintor humanista, Bayo nos propone la meditación de la levedad del ser humano y de la grandeza de la Resurrección en esta exposición, que nace para arropar su Cristo muerto, heredero y revisión artística de esa apuesta de Holbein en el Renacimiento”.

Recuperar el patrimonio

Recuperar el extraordinario legado patrimonial y artístico de la Archidiócesis de Zaragoza es otro reto de Alma Mater. En este caso, el del Real Seminario de San Carlos. “Sobre todo, la callada labor de salvaguarda que ha desarrollado la Iglesia de Zaragoza para preservar su excepcional patrimonio, en el que destaca la biblioteca del marqués de Roda, que está entre las más importantes de España. De ella vienen tres joyas medievales, y de esta residencia diocesana proceden una serie de obras excepcionales que se incorporan a un montaje muy moderno, con grandes sugerencias visuales que nos transportan a sentirnos realmente viendo la iglesia barroca jesuítica desde el coro o la biblioteca y sus anaqueles dieciochescos”, señala Buesa, también presidente de la Real Academia de Bellas Artes de San Luis de Zaragoza.

La Liberación de San Pedro de la cárcel (1765-66), óleo recientemente atribuido a Goya y propiedad del Real Seminario de San Carlos, no podía faltar en esta exposición: “La Archidiócesis tiene una serie de obras de Francisco Bayeu y de Francisco de Goya en sus colecciones episcopales, además de otras que se han conservado en iglesias y espacios como San Carlos. Y hemos pensado que era el momento de sacarlo a las salas del museo, que ya tiene otra obra de Goya, para que pudiera ser contemplado por los visitantes, para que pudieran disfrutar de la belleza y la fuerza de esta imagen de san Pedro encarcelado, que se atribuye a Goya”.

Alma Mater Museum de Zaragoza, Detalle de San Martín de Tours y Santa Tecla, 1458

Detalle de ‘San Martín de Tours y Santa Tecla’ (1458)

Domingo Buesa recuerda el itinerario de esa obra concreta: “En el año 1992, los restauradores especializados Grasa y Barboza, consideraron que era de Goya, y hace apenas unos meses, el profesor Ansón ha publicado una referencia considerándola como tal. Está claro, pero esta frontera de lo que es o no de Goya no nos preocupa nada. Consideramos que la belleza de la pieza habla por sí sola y que, además, debemos facilitar su contemplación”, remarca.

Veintitrés miradas sobre santa Teresa

Veintitrés artistas de la Real Academia de Nobles y Bellas Artes de San Luis aceptaron, a petición de Domingo Buesa, crear una obra en la que, con motivo del V Centenario de su nacimiento, mostraran su visión de santa Teresa. “El proyecto surgió en colaboración con la Delegación de Patrimonio del Arzobispado, cuando entendimos que era necesario mantener vivo el mensaje teresiano más allá del año del V Centenario, y que quizás la mejor colaboración era invitar a los artistas de hoy a la tarea de seguir creando iconografía. Y la respuesta fue tan buena que nos permitió organizar esta magnífica muestra”.

La exposición, recién inaugurada en el Museo Goya-Colección Ibercaja y que permanecerá abierta hasta el 16 de octubre, lleva por nombre Teresa de Jesús. Desde Goya a los académicos de hoy. Y es, ante todo, un “itinerario emocional”, según lo describe Buesa: “Cada autor capta de ese todo excepcional que fue la Santa aquella dimensión que le inspira y, desde el sentimiento, intenta acercarse a su obra, sueños, penas o su propuesta de una nueva espiritualidad. Y esa pasión es lo que captamos al visitar la exposición cada uno de manera diferente y personal”.

Los organizadores han trabajado desde la libertad de formatos y técnicas para conformar la muestra. Por eso, como apunta Buesa, “junto a las clásicas obras de pintura o dibujo (Goya, Bayeu…) está también la fotografía y las apuestas por nuevos soportes y por ese mundo de la creación digital, que está tan incorporada al discurso del arte como asumida por grandes pintores como Isabel Guerra”.

En el nº 2.996 de Vida Nueva

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