Diálogos de Yuste 2016: “No pueden construirse puentes entre pueblos olvidándose de Dios”

Diálogos de Yuste 2016

Juan del Río clausura la tercera edición de este encuentro en Cáceres

Diálogos de Yuste 2016

Varios ponentes y asistentes de los ‘Diálogos de Yuste’

RUBÉN CRUZ | Buscar preguntas y conseguir respuestas. Con esta intención se celebró el pasado 27 de junio la tercera edición de los Diálogos de Yuste, en el Real Monasterio de San Jerónimo de Yuste (Cáceres). Este acto, que da el pistoletazo de salida a los Cursos de Verano de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), acogió dos diálogos: ¿Puede desaparecer la violencia en una sociedad secular? Y ¿Puede ofrecer la religión en la sociedad secular una contribución propia a la convivencia cívica? La rectora de la UPSA, Miriam Cortés, inauguró el acto refiriéndose a lo fundamental que es el diálogo “en la vida personal y social”.

En palabras de Pablo VI, la rectora señaló: “El diálogo es el nuevo nombre de la relación de la Iglesia con el mundo de hoy”. Con este objetivo se plantean los cursos de verano del Campus Yuste. Su coordinador y vicedecano de la Facultad de Filosofía, Jesús Conderana, destacó la vinculación de los Diálogos de Yuste con la naturaleza de la UPSA: “Vinculan fe, cultura y vida, y fomentan el diálogo abierto, así como la capacidad humana para alcanzar el bien y defender la libertad”.

¿Puede ofrecer la religión en la sociedad secular una contribución propia a la convivencia cívica? Sobre esta pregunta dialogaron el arzobispo Castrense, Juan del Río, y el exalcalde de Salamanca, Jesús Málaga Guerrero. Para Del Río, no hay que confundir la crisis espiritual de Europa con la sociedad global: “No es la religión algo que se tenga o se deje de tener. La fe en Dios no es fuente de guerra, sino de paz. Y el ateísmo solo es posible en el ámbito de la deidad”.

También se refirió al intento de reducir la religión al ámbito privado: “Cuando esto sucede, termina arruinando la vida de las naciones. Y el sentimiento religioso es fuente inagotable de la armonía de los pueblos”, subrayó. El arzobispo citó a Francisco para indicar que él “nos estimula a comprometernos para que la humanidad pueda superar la enemistad y ayude a construir puentes de comprensión y de diálogo”, porque “no se pueden construir puentes entre los pueblos olvidándose de Dios”.

Participación femenina

El exalcalde de Salamanca, por su parte, se refirió a la participación de la mujer: “El sexo femenino ha quedado relegado a una labor auxiliar en las religiones y no se comprende que en la Iglesia católica no existan mujeres en puestos directivos y de responsabilidad”. Entre los tipos de violencia que enumeró Málaga Guerrero, como la de género o la familiar, hizo hincapié en la pederastia como “forma de violencia surgida de la superioridad física, psicológica o moral”. Y también en la violencia que representa el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, “con proclamas racistas que considera a los extranjeros seres inferiores”, o el de muchos países europeos mirando hacia otro lado ante el drama de los refugiados.

Por otro lado, el magistrado del Tribunal de Cuentas, José Manuel Suárez, y la profesora de Psicología Evolutiva de la Universidad de Extremadura, Inmaculada Sánchez, reflexionaron sobre si puede desaparecer la violencia en una sociedad secular. El primero se refirió al respeto desde el punto de vista de la legislación para evitar actos violentos y a la aplicación de la legalidad, que viene dada por el respeto de los Derechos Humanos. La profesora alertó del aumento de casos violentos detectados a nivel educativo.

En el nº 2.995 de Vida Nueva


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