Andrés Aberasturi: “Me gustaría ser ateo militante o creyente absoluto”

Andrés Aberasturi

Entrevista con el escritor y periodista

Andrés Aberasturi

ÁNGELES LÓPEZ | Cris tiene 36 años, un biberón y un padre que le habla como si le entendiera. Es uno de los 120.000 paralíticos cerebrales de España. La singularidad del chaval reside en que no tiene un padre cualquiera sino un maestro en prensa, radio y televisión, Andrés Aberasturi. En Cómo explicarte el mundo, Cris. Testimonio de la vida con mi hijo (La Esfera) nos deja un impresionante alegato de honestidad, hablando a quemarropa. Utilizar eufemismos no está en la artillería emocional de este gran periodista y mejor hombre.

PREGUNTA.- Ni es un libro de “púlpito”, ni de autoayuda, ni reivindicativo… ¿Qué le animó a escribirlo?

RESPUESTA.- No pensaba escribir un libro –casi nunca lo pienso– pero esta vez menos; me puse a escribir una especie de diario que abandonaba, lo volvía a recoger, lo volvía a dejar… y así durante tres años. Ni siquiera cuando ya llevaba bastante escrito tenía claro si quería publicarlo. El fin último y el lector último seguramente era yo mismo.

P.- ¿Nunca ha habido ningún tipo de respuesta que les haga pensar que ha habido “conexión”?

R.- Esa es la gran pregunta, la gran duda. El comportamiento de Cris es desconcertante. Sé que no hay un proceso intelectual en sus reacciones pero quizá alguna conexión neuronal, alguna forma de instinto le dice que somos suyos.

P.- ¿A qué se refiere con que la imagen que la sociedad tiene de la discapacidad es “muy edulcorada”? ¿Quizá a aquellos padres que hablan de que es “una bendición”…?

R.- Sí, hay por una parte afirmaciones absurdas –que entiendo pero no puedo compartir– como el ejemplo que pones y, por otra, se proyecta la imagen de solo una parte de la discapacidad, la que puede llegar a integrarse, la que es capaz de hacer cosas. Pero nosotros estamos en el último escalón, el de la dependencia absoluta sin apenas comunicación y es muy duro, pero también existimos.

P.- “Ni las religiones, ni las filosofías, ni la medicina, ni nadie puede justificar algo que es radicalmente injusto”… ¿El sufrimiento es estéril? ¿No cree que aporte nada positivo?

R.- Por supuesto que lo creo; pero, en este caso, me refiero al sufrimiento de los inocentes, a los que no han pedido ni siquiera nacer y llegan a la vida en el sitio equivocado de un mundo injusto. Yo no puedo aceptar que el sufrimiento de alguien absolutamente inocente, como es mi hijo, pueda aportar nada positivo. Me parece inmoral.

P.- “Si hay alguien o algo que está por encima de nosotros, ese algo o ese alguien es injusto”. ¿Se ha preguntado “por qué yo”?

R.- El “por qué a mí” es una pregunta inevitable en los primeros momentos, cuando todo es un vértigo que no entiendes. Luego pasa y lo que terminas preguntándote después de toda una vida es el por qué de la injustica en sí misma.

P.- No sé si se lo puedo preguntar, pero… ¿es un hombre de fe?

R.- Soy humildemente agnóstico. Me gustaría ser ateo militante o creyente absoluto, pero no puedo. Se me escapa ese concepto de un dios personal, creador y padre. Puede que tenga algo de panteísta, puede que la divinidad sea la armonía, la inocencia, la mirada de Cris; puede que dios sea mi hijo.

P.- De tener delante al Papa, ¿qué le gustaría preguntarle?

R.- Me cae bien. No creo que le preguntara, le agradecería algunas palabras que han escandalizado a tantos. Le agradecería que abriera las puertas a una hipotética salvación a los que no creemos pero intentamos ser buena gente.

Dicto sentencia

  • “Cris es la última razón de esa paz interior que es compatible con la lucha cotidiana, con el desasosiego, con una visión del mundo que ha dejado de ser airada pero que ya no puede ni quiere seguir desenfocando la realidad”.
  • “Ves crecer a los chicos de su edad. Y llega el día de los Reyes Magos y el tuyo no sabe quiénes son. Y la Primera Comunión, y él no la hará. Ni sabrá nada de la selectividad. Ni de un primer beso con la pareja”.

En el nº 2.995 de Vida Nueva


LEA TAMBIÉN:

Compartir