Los movimientos, bajo la "paterna vigilancia" de los obispos

Doctrina de la Fe regula las relaciones con sus pastores y con el resto de la comunidad

Neocatecumenales rezando en San Pedro

DARÍO MENOR (ROMA) | Los movimientos eclesiales son un “gran recurso” para la renovación de la Iglesia y llenan el corazón de la comunidad cristiana “de alegría y gratitud”, pero también protagonizan en ocasiones “tensiones” durante el proceso de acompañamiento y reconocimiento por parte de la autoridad eclesiástica. Para aclarar la “colocación teológica y eclesiológica” de las nuevas realidades carismáticas y ofrecer un marco que regule sus relaciones con los obispos y el resto de la Iglesia local, la Congregación para la Doctrina de la Fe ha elaborado una carta, titulada Iuvenescit Ecclesia.

Este documento, publicado el 14 de junio (con fecha del 15 de mayo), regula la relación “entre los dones jerárquicos y carismáticos para la vida y misión de la Iglesia”. Según explicó el cardenal Gerhard Müller, prefecto de Doctrina de la Fe, llevaba trabajándose desde el año 2000 en este texto que subraya cuánto resulta ilícito contraponer “la Iglesia del Espíritu” con “la Iglesia de la institución”. Iuvenescit Ecclesia recuerda a las nuevas realidades que tienen que relacionarse “positivamente con todos los demás dones presentes en la vida eclesial” y que están sometidas a una “paterna vigilancia” por parte de los pastores.

Más comunión

El cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, insistió en que la carta tiene como objetivo “mejorar la relación de comunión en la Iglesia” para conseguir un “mayor impacto” en su misión. También participó en la presentación Carmen Aparicio Valls, profesora de Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana, quien ofreció la experiencia de comunión con la jerarquía y con las otras realidades de la Iglesia por parte de la Institución Teresiana, asociación de laicos a la que pertenece.

En el nº 2.993 de Vida Nueva