Las comunidades populares proponen “un nuevo Brasil”

En el primer aniversario de ‘Laudato si’’, abogan por una solución integral a la crisis socio-ambiental

personas miran los efectos de la crisis medioambiental en una zona de Brasil

Un claro efecto de la crisis medioambiental
en suelo brasileño

ÓSCAR ELIZALDE PRADA (PORTO ALEGRE) | Aproximadamente 300 representantes de pueblos indígenas, quilombolas, pescadores, comunidades tradicionales y trabajadores –tanto del campo como de la ciudad– se dieron cita, a principios de junio en Mariana (Minas Gerais), para participar en el Encuentro Brasileño de Movimientos Populares en diálogo con el Papa, con el trasfondo de la crisis medioambiental. La elección de Mariana como sede de esta reunión nacional y de Minas Gerais como anfritrión del III Encuentro Mundial, que se celebrará en octubre de 2017 –en continuidad con los de Roma (2014) y Santa Cruz de la Sierra (2015)–, constituye, de hecho, un gesto inédito de solidaridad “con las familias afectadas por el mayor crimen socio-ambiental provocado en 2015 por la minería en Brasil”.

“Ante este cuadro desolador, es extremadamente gratificante experimentar la solidaridad de quienes han venido de tantas partes de Brasil”, agradeció el arzobispo de Mariana, Geraldo Lyrio Rocha, al tiempo que hizo explícita su solicitud de apoyo para que los derechos de las víctimas sean respetados, su dignidad sea reconocida, sus bienes sean resarcidos y su protagonismo sea considerado en la búsqueda de soluciones que respondan a sus legítimos intereses: “Ayúdenos a salvar el río Doce (…), ayúdenos para que continuemos en la lucha y no nos desanimemos ante los obstáculos y la prepotencia”, clamó el prelado.

Convencidos de que “en Brasil la democracia siempre fue el resultado de la organización y de la lucha del pueblo”, los movimientos populares han asumido el desafío de “construir un nuevo proyecto de país, que, además de garantizar tierra, techo y trabajo para todos y todas, con justicia social, esté en sintonía con la Madre Tierra”.

De este modo, en diálogo con el papa Francisco y en sintonía con Laudato si’, se reafirmó que “no hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social; más bien, hay una única y compleja crisis socio-ambiental. La solución requiere un abordaje integral para combatir la pobreza, devolver la dignidad a los excluidos y, simultáneamente, cuidar la naturaleza”.

También el cardenal Peter Turkson, presidente del Pontificio Consejo ‘Justicia y Paz’, manifestó a través de una misiva enviada desde Roma su apoyo a la causa de la democracia participativa: “Sé que están viviendo un momento crítico en su país. Me viene a la mente una palabra fundamental: democracia. Vale la pena luchar, de forma pacífica y tenaz, por una democracia plena y participativa”. Asimismo, el cardenal ghanés se mostró favorable a que “las tres ‘T’ –tierra, techo y trabajo– sean respetadas en toda la creación porque son, como señala el papa Francisco, derechos sagrados”.

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