Bodas, bautizos y comuniones reportan 5.000 millones de euros a la sociedad

hombre rellenando un formulario para la declaración de la renta

La Iglesia presenta su memoria de actividades, donde sobresale la acción caritativa

Declaración de la Renta

Bodas, bautizos y comuniones reportan 5.000 millones de euros a la sociedad [extracto]

J. LORENZO | Un claro ánimo pedagógico, pero también en cumplimiento de la legalidad vigente, lleva a la Iglesia en España a ofrecer cada año el resultado de sus cuentas y, de alguna manera, contravenir el mandato bíblico de “que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha”. Lo hace para dar cumplida cuenta de a qué destina la cantidad que recibe de los españoles a través de la asignación tributaria: 250 millones de euros en 2014, lo que significa que 9 millones de contribuyentes, esto es, un 35% de las declaraciones presentadas, marcó la casilla correspondiente a la Iglesia católica.

Pero a esta rendición de datos contables se ha añadido ahora un detallado informe tanto sobre la labor evangelizadora como del impacto económico que tantas de sus actividades tienen sobre el conjunto de la sociedad española. Y todo ello, avalado, por cuarto año consecutivo, por la empresa auditoria internacional PwC. Tal y como sostuvo el vicesecretario general de Asuntos Económicos de la Conferencia Episcopal, Fernando Giménez Barriocanal, en la presentación en Madrid, el pasado 9 de junio, de la voluminosa Memoria anual de actividades de la Iglesia católica en España. Año 2014, “las supuestas riquezas de la Iglesia están generando un gran valor social económico en nuestra economía”.

En este sentido, las 52.495 bodas, 244.252 primeras comuniones y 240.282 bautizos celebrados en 2014 dejaron un impacto socioeconómico directo de casi 2.500 millones de euros(4.942.278 euros de impacto total), con la creación de 43.436 empleos directos (62.382 con indirectos e inducidos) y un impacto total en el Producto Interior Bruto (PIB) del 0,47%, según un estudio realizado por la empresa auditora KPMG.

Igualmente destacables son los datos que se extraen de las 343 celebraciones y fiestas religiosas (Semana Santa, romerías, Corpus Christi, etc.) que se desarrollan en nuestro país, 84 de las cuales son de interés turístico nacional, 40 de interés turístico nacional y 21 cuentan con la declaración de Patrimonio Cultural Inmaterial. Esta actividad, según datos del mismo informe, generan un gasto directo de los visitantes de 5.200 millones de euros (9.900 millones si se les añade el impacto indirecto y el inducido), contribuyendo a la creación de 134.000 empleos totales. Su impacto en el PIB se estima en alrededor del 0,95%.

Y muy reseñable resulta la importancia que el patrimonio cultural de la Iglesia tiene desde el punto de vista socioeconómico. Así, los 3.168 bienes inmuebles declarados de interés cultural, los 616 santuarios y los 22 bienes considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO que pertenecen a la Iglesia supusieron 22.620 millones de euros de impacto total en el PIB (2,17%) y contribuyeron a la creación de 225.300 empleos totales.

47 millones de horas

Siendo todo esto importante, sobre todo de cara a mostrar a una opinión pública que menudea sus críticas sobre “los dineros de la Iglesia”, lo realmente destacable de esta memoria –que por primera vez se entrega en formato papel y que está disponible en la web de la Conferencia Episcopal dentro de su Programa de Transparencia– son los datos que hablan de su generosa actividad caritativa y asistencial. Así, durante 2014, un total de 4.738.469 personas fueron atendidas en alguno de los más de 9.000 centros (500 más que en el ejercicio anterior). Desde 2010 hasta 2014, se ha producido un incremento del 70% en el número de estos lugares dedicados a la atención a las personas más indefensas, ya sean parados, inmigrantes y refugiados (160.000 personas se han beneficiado de esa labor en un momento en que se da la espalda a los refugiados), acogida de menores y tutela de la infancia, promoción de la mujer y víctimas de violencia, defensa de la vida y la familia…

De todos estos lugares, los centros para mitigar la pobreza son los más numerosos y en donde mayor número de personas fueron acompañadas. Alimentos, ropero, pago de recibos, asesoría, orientación y escucha han sido algunas de las actividades de las que se han beneficiado 2.856.035 usuarios, 375.000 más que en 2013, lo que supone un incremento acumulado desde 2010 del 15% y da muestra también del impacto de la crisis económica en nuestra sociedad.

Durante el período que contempla la memoria, hay constancia de 3.962.045 menús dispensados en los comedores sociales, con un valor estimado de casi 12 millones de euros. Asimismo, se distribuyeron 247,41 toneladas de alimentos a familias en situación de primera necesidad, con un coste aproximado de más de 247 millones de euros.

Esta labor caritativa ha sido posible gracias a la tarea pastoral de sacerdotes, religiosos y laicos, que también se contabiliza en la memoria. Así, los agentes de pastoral emplearon en su misión 47,6 millones de horas, que de ser contratadas en el mercado, supondría un gasto de 2.001 millones de euros. Aplicando “criterios de gratuidad de los recursos y de eficiencia”, la Iglesia cuantifica esas actividades en 886 millones, lo que supone un ahorro de 1.115 millones. Según se destacó en la presentación, “gracias a este inmenso caudal de generosidad de quienes dedican su tiempo a la misión de la Igleisa, y teniendo en cuenta el total del dinero que ella emplea, podemos afirmar que 1 euro en la Iglesia rinde como 2,26 en servicio a la sociedad”.

Por la tarde, y presidido por el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez, fue presentada la memoria de actividades en el auditorio de Caixaforum Madrid en un acto más lúdico y que contó con varios testimonios. El cardenal Blázquez aprovechó, cuando aún no ha expirado el plazo para presentar la declaración de la Renta, para invitar a marcar la ‘x’ de la Iglesia católica, pero también la de Fines Sociales. “Yo he marcado las dos”, afirmó, añadiendo que los contribuyentes pueden estar tranquilos porque “lo que se recibe con una mano se entrega con la otra”.

“El clero no vive en la indigencia, pero sí en la austeridad”

En la presentación de la memoria de actividades se recoge también, lógicamente, el reparto que se hace de los 250 millones de euros que llegan a través de las declaraciones del IRPF, el 81% de los cuales va directamente a las diócesis. Estas hacen el reparto de donde salen los sueldos también de los obispos y de los sacerdotes. Según Fernando Giménez Barriocanal, los prelados perciben 1.250 euros mensuales, que destinan “a gasto personales, a hacer la compra, ir al cine, comprarse unos zapatos… gastos normales”. A esa cantidad, añadió, se le aplica la retención correspondiente y, “como la de tantos hijos de vecino, lleva congelada varios años”. En cuanto a los sacerdotes, el gerente del Episcopado apuntó que cobran entre 800 y 950 euros. “Muchos tienen, además, la vivienda parroquial, por lo que el clero en España no vive en la indigencia, sí en la austeridad, pero no en la pobreza”. Asimismo, aclaró que “cuando les llega la jubilación, perciben la pensión mínima, según la ley”.

En el nº 2.993 de Vida Nueva


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