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‘El Decálogo sin naftalina. Actualidad y vigencia de las “Diez Palabras”’


Un libro de Luis González-Carvajal (Paulinas) La recensión es de Diego Tolsada

El Decálogo sin naftalina. Actualidad y vigencia de las “Diez Palabras”, Luis González-Carvajal (Paulinas)

Título: El Decálogo sin naftalina. Actualidad y vigencia de las “Diez Palabras”

Autor: Luis González-Carvajal

Editorial: Paulinas

Ciudad: Madrid, 2015

Páginas: 110

DIEGO TOLSADA | En el año 2013, Luis González-Carvajal nos hacía llegar su obra Las bienaventuranzas, una contracultura que humaniza (Sal Terrae). Ahora es el comentario al Decálogo, como si, desde su vocación de teólogo especializado en moral cristiana, quisiera ir haciendo una presentación actual de los textos fundamentales de la vida del seguidor de Jesús.

Y ello desde una perspectiva que intenta armonizar lo que de gracia e iniciativa hay por parte de Dios y los deseos más profundos del corazón humano. Esta dimensión humanizante de textos tan centrales en la vida de fe es una de las grandes preocupaciones del autor, y hay que agradecérsela, pues la lectura de estas obras deja claro que la oferta que Dios nos hace no es algo que va contra nuestra felicidad, sino que es invitación a una forma de realizar nuestra vida de modo profundamente humano, tal vez porque el buen Dios sabe muy bien qué es lo más le conviene a nuestro barro.

Es cierto que el Decálogo se lleva poco o que “está en horas bajas”, pero sigue siendo palabra de vida para nuestro mundo. El contenido de la presente obra es fácil de adivinar: tras un capítulo introductorio sobre el Decálogo en general (o mejor, sobre sus dos versiones), se va desgranando un comentario certero y breve de cada uno de los mandamientos.

Pero, junto con este esquema tan previsible, hay que contar una vez más con el sólido saber, el buen hacer pastoral y el acertado estilo literario del autor. Sin alardes de erudición y con numerosas citas de todo tipo, se desarrollan los distintos mandamientos con sencillez (“la claridad es la cortesía del filósofo” dijo Ortega, y debe ser también la del teólogo). Todo ello contribuye a una lectura fácil y agradable de un tema que en sí mismo es exigente, porque no deja de tener sus aristas para nuestra cultura posmoderna, con su tendencia a una ética indolora.

Y es así como se van redescubriendo la pertinencia y la plausibilidad actual de estas viejas palabras, que tan injustamente creemos ya superadas. Son caminos y actitudes que harían de nuestra sociedad algo más humano y más vivible para todos.

Iniciación cristiana

La obra es válida para todo creyente, incluso para aquellos que dudan o se han alejado de la práctica cristiana. Pero puede ser especialmente valiosa para ese colectivo de nuestra Iglesia que lidia con este tema tan central pero tan complejo en el difícil mundo de la iniciación cristiana (catequesis de todos los niveles, clases de Religión, predicaciones…). Tal como las presenta González-Carvajal, estas palabras no son órdenes que nos atan y nos privan de libertad, sino invitaciones a vivir de un modo profundamente humano, respetuoso de la propia dignidad y de la de los demás, y solidario (lo que a estas alturas no es poco, si citamos, por poner tan solo algunos casos, lo de no matar, lo de no mentir o lo de no robar).

Sin duda que merece la pena su lectura pausada y reflexiva.

En el nº 2.992 de Vida Nueva

Actualizado
10/06/2016 | 00:49
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