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‘Misericordia acogida, misericordia entregada en la casa común’


Un libro de José María Fernández-Martos (Sal Terrae) La recensión es de José Antonio García-Monge, SJ

Misericordia acogida, misericordia entregada en la casa común, José María Fernández-Martos SJ, Sal Terrae

Título: Misericordia acogida, misericordia entregada en la casa común

Autor: José María Fernández-Martos

Editorial: Sal Terrae

Ciudad: Santander, 2016

Páginas: 264

JOSÉ ANTONIO GARCÍA-MONGE, SJ | José Luis Segovia (Josito), buen conocedor del ámbito teológico y pastoral, subraya en el prólogo que las obras de misericordia cayeron en descrédito, en algún tiempo, por su visión verticalista y asistencial. Sin llegar al “principio misericordia” (Jon Sobrino), perdieron el grito y hasta la palabra.

La obra de José María Fernández-Martos, SJ, psicólogo clínico, profesor emérito de Psicología en la Universidad Pontificia Comillas ICAI-ICADE (Madrid), evangelizador en ejercicios espirituales y presente en las mil guerras de la injusticia, marginación y “descarte”, lleva la Palabra de Dios, compasivo y misericordioso, al centro de lo humano en las periferias.

Misericordeando, como diría el papa Francisco, el autor explora, experiencial y didácticamente, los 14 atajos que acarrean entrañas de misericordia (corporales y espirituales; todo se unifica en el hombre trascendido y tocado). Como señala Fernández-Martos: comparecer y compadecer. La misericordia que es obra de la gracia de Dios revela en el corazón de lo humano su vocación trascendente: “Cada vez que lo hicisteis con uno de estos hermanos míos tan insignificantes, lo hicisteis conmigo” (Mt 25, 40)

El autor escribe con fluidez a través de este esquema que retorna en cada una de las obras de misericordia: pórtico poético-bíblico; recorrido por la piel y el corazón humano de la conducta que necesita y acarrea misericordia; referencias copiosas de la Palabra de Dios (demuestra una gran conocimiento bíblico), que tocan de cerca, desde el Compasivo y Misericordioso, las entrañas de la aventura humana y abren a un horizonte histórico y escatológico. Bienaventurea con referencias al Papa, y lo encarna en situaciones personales y sociales que demandan misericordia. Ricos y expresivos relatos humanos de la Casa Común.

El más justo elogio, conociendo muy de cerca al autor y leyendo atentamente este libro, es que es autobiográfico. Leer, hacer silencio, sentir hondamente, orar y actuar. Sus experiencias, siempre leídas y trasmitidas a la luz de la Palabra del Dios que nos habló, llamó e invitó a un seguimiento en Jesús el Cristo. Fernández-Martos escribe para interpelar, relata para “realizar” la misericordia, acude a la Palabra de Dios para iluminar el Camino del Amor compasivo-misericordioso.

Ante la llamada del Dios de Jesús, si por anhelo del corazón deseamos la felicidad, solo la encontramos dándonos al malherido de la vida, marginado de la justicia, solitario, enfermo o encarcelado. El necesitado de consejo: aquí lo tiene. Solo dándote te encuentras contigo mismo, con el otro, con el totalmente Otro en el prójimo. El autor nos propone una tarea: projimizar, aproximarse a los otros, acercarse, ver, com-padecer y amar.

La Misericordia viene de Dios: se acoge, integra y transmite. Se agradece y crea un mundo en el que “el hombre es posible y Dios creíble”. Gracias, José María. “Bienaventurados los misericordiosos porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5, 7).

En el nº 2.991 de Vida Nueva

Actualizado
03/06/2016 | 00:29
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