La literatura del futuro

JESÚS SÁNCHEZ CAMACHO | Periodista y profesor CES Don Bosco

Del 28 de mayo al 9 de junio de 1966, Madrid abría sus puertas a la Feria del Libro. Eran las bodas de plata de un acontecimiento que tenía como lema Siempre se puede leer. El 4 de abril de 1966 (nº 525), Vida Nueva publicaba en su portada el cartel de un evento catalogado por el semanario como “casticísimo”, estampando la imagen de un botijero leyendo a pleno sol mientras espera a su clientela.

La revista analiza el cartel y hace su propia interpretación: “Ni el folclore ni el calor ni el agua fresca están reñidos con la cultura”. Igualmente, aplaude la iniciativa de descentralizar una feria que extiende “sus tenderetes por un montón de barrios de la capital, en mayor número que la anterior”.

Desde el pasado 27 de mayo, se viene celebrando la 75ª edición de la Feria del Libro en Madrid. El lema de este año es Porque no se imagina en el aire. Porque imaginar tiene que ver con hacer, con poder hacer, cita tomada de una novela de Belén Gopegui. Los protagonistas son Francia, como país invitado; y Cervantes, en la celebración del 400º aniversario de su muerte.

Da vértigo pensar cómo, en tan solo 50 años, el mundo ha cambiado de manera tan precipitada. Aún no se sabe si el formato tradicional será suplantado por el ebook. Pero algo no cambiará en el sector del libro: el reto por infundir una libertad creativa que, imperiosamente, redunde en el compromiso social.

En el nº 2.991 de Vida Nueva

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