Gerardo Melgar apuesta por el “diálogo con todos”

Gerardo Melgar, nuevo obispo de Ciudad Real

Representantes de PSOE y PP asisten a la toma de posesión del obispo de Ciudad Real

Gerardo Melgar, nuevo obispo de Ciudad Real

R. C. | Gerardo Melgar tomó posesión como obispo de la Diócesis de Ciudad Real el pasado 21 de mayo de la mano del ahora emérito Antonio Algora. El prelado se presentó “con la sencillez y transparencia de un niño, con la ilusión de ser entre vosotros padre y pastor”. El acto, que estuvo presidido por el nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, contó también con la presencia de los cardenales Ricardo Blázquez y Antonio María Rouco Varela, y de una veintena de obispos.

Además, destacó la amplia representación política, con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, a la cabeza. También asistieron otros miembros del PSOE, como la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, o el presidente de la Diputación, José Caballero. Y el diputado Diego Ortega por parte de los populares. En su saludo a los cargos públicos, Gerardo Melgar apostó por una relación basada en “el respeto, el diálogo y la colaboración”. Y espera también hacer de “nuestra diócesis, una Iglesia evangelizada, evangelizadora y comprometida con los más necesitados y en un diálogo abierto con todos”.

El prelado manifestó ser consciente de que no pueden actuar en solitario, “como francotiradores en la evangelización”, porque la situación actual de la fe de los fieles “pide y reclama una evangelización más comunitaria, coordinada, colegial, corresponsable, en la que nos impliquemos todos: sacerdotes, religiosos y laicos”.

Trabajar juntos

Asimismo, insistió en el mensaje del Papa de lograr una Iglesia a imitación del Buen Pastor, que va a buscar a la oveja perdida “hasta que la encuentra”. Por ello, exhortó a los “religiosos y laicos a trabajar juntos para llevar adelante una evangelización corresponsable”. En su homilía también habló de sencillez, de transparencia, de ser diáfanos y sin dobleces para así “presentar el verdadero rostro de Dios de forma creativa y significativa, para que llame la atención a ese hombre nuevo y lo lleve a encontrarse con el Señor”.

Por último, al igual que Francisco, pidió a su pueblo que rece por él: “Vengo necesitado de la ayuda de Dios, y de la de todos vosotros. Necesitado de que, desde el primer momento, pidáis al Señor por mí”.

En el nº 2.990 de Vida Nueva


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