Clara Pardo Gil: “La encíclica Laudato si’ nos marca el camino”

Clara Pardo Gil, nueva presidenta de Manos Unidas

Entrevista con la nueva presidenta de Manos Unidas

Clara Pardo Gil, nueva presidenta de Manos Unidas

J. LORENZO | En el año 2000, Clara Pardo Gil decidió dar un giro a su vida y entró como voluntaria en Manos Unidas. De ocupar puestos de responsabilidad en el sector de la empresa y la banca pasó a fijar sus ojos en África y Asia para supervisar los proyectos que desarrolla en esos continentes esta organización eclesial. A la espera de ser ratificada en el cargo por la Conferencia Episcopal Española, la Asamblea de Manos Unidas, reunida en Madrid los pasados días 22 y 23 de mayo, la eligió para presidir la organización durante los próximos tres años. Sucede en esta responsabilidad a Soledad Suárez, que recibió de los presentes el reconocimiento a su labor durante los últimos cuatro años.

PREGUNTA.- ¿Cree que algún día dejará de ser necesaria Manos Unidas?

RESPUESTA.- Ojalá; ese es nuestro mayor deseo, trabajar para que un día, que espero no sea muy lejano, nuestro trabajo ya no sea necesario. Cuando nadie en el mundo pase hambre, cuando la justicia llegue a todos los hombres y mujeres de la tierra, ese día, Manos Unidas ya no será necesaria.

P.- Usted viene del mundo de los negocios a una entidad que busca ser signo y testimonio del Evangelio. ¿Están la empresa y la banca igualmente necesitadas de Evangelio?

R.- Yo creo que no se trata solo del Evangelio; se trata de ley natural, de devolver la primacía al ser humano y no al dinero, de hacer el bien y no el mal en todas las instancias de la sociedad.

P.- Manos Unidas ha recibido con entusiasmo la encíclica Laudato si’. ¿Qué encuentran en ella?

R.- Así es, con entusiasmo, pero, también, con responsabilidad. Su contenido nos recuerda nuestra responsabilidad en la denuncia y en la propuesta de acciones concretas para que todas las personas, preferentemente las más pobres, puedan vivir dignamente. Y nos marca un camino, una hoja de ruta, en el trabajo de la organización.

Apoyo social

P.- Una parte importante de la labor de Manos Unidas es la sensibilización social. En este sentido, ¿cree que la sociedad española, es más, menos o igual de solidaria que cuando se creó con respecto a las necesidades de millones de personas en los países en desarrollo?

R.- La solidaridad surge en nuestra conciencia y en nuestro corazón como consecuencia de la interpelación que nos hace el otro, el que lo pasa peor que yo. Y la conciencia y el corazón de los españoles siguen siendo igual de generosos que siempre. Es cierto que nuestro país ha pasado por unos años difíciles en materia económica, y que muchas personas han tenido que priorizar sus ayudas, pero en Manos Unidas, incluso en este tiempo de crisis, hemos observado con admiración cómo nuestros socios nos han seguido apoyando. Y ese apoyo viene, en buena medida, de esa labor de sensibilización que realizamos para que los españoles conozcan el drama en el que viven millones de personas en el Sur, y puedan depositar en nosotros su generosidad para hacérsela llegar a ellos.

Una misión de servicio y amor

Clara Pardo, madrileña, casada y con dos hijos, es la decimotercera presidenta de una organización con un peso específico en la sociedad y en la Iglesia de España. Casi seis décadas luchando contra la injusticia y la desigualdad que, cuando las analiza en perspectiva, dice sentir “admiración, respeto, orgullo y mucho sentido de la responsabilidad”. Porque, como asegura, “ser elegida presidenta de Manos Unidas no significa más que ser la cabeza visible de una organización formada por miles de personas que dedican sus vidas a mejorar otras vidas: las de los más desfavorecidos del planeta. No es una misión de ‘dirección’, aunque suponga dirigir un gran barco; es una misión de servicio y amor”.

En el nº 2.990 de Vida Nueva


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